I. ADONIS Y ADONIZAR:
Según la mitología griega, Adonis es un joven nacido de un árbol que pasa un tercio del año bajo tierra. El resto lo pasa junto a la diosa de la primavera y del amor. Se cuenta que fue un joven muy bello; por este motivo, el sustantivo adonis alude a un ‘joven de gran belleza’ (DLE). Por otra parte, adonizar es, como se puede inferir, ‘embellecerse como un adonis’
II. AFRODISÍACO:
Afrodita es la diosa del amor en la mitología romana. Este término, cuyo origen está en la palabra griega ἀφροδισιακός ‘erótico’, se aplica a aquello que excita o incrementa el deseo sexual. Algunos alimentos, como el chocolate o la canela se consideran afrodisíacos. También existe el adjetivo afrodita, que se utiliza en botánica para hacer referencia a aquellas plantas que se reproducen de forma asexual (recuérdese que Afrodita nació de los genitales de Urano, que fueron cortados y arrojados al mar por Crono).
III. APOLÍNEO:
Esta palabra remite, como se puede observar en su morfología, al dios Apolo, dios del vaticinio y de la música y dios pastoral. También era considerado el dios de la belleza masculina. Por este motivo, el significado de este adjetivo es ‘que posee las cualidades de serenidad y elegante equilibrio atribuidas a Apolo, en contraposición a dionisíaco’. Ejemplo de uso: «De aquel periodo apolíneo de serenidad, razón y humanidad pasamos al dionisiaco del éxtasis místico guerrero» (El País, 27/10/2004).
IV. DIONISÍACO:
Con este adjetivo se alude a las cualidades opuestas a lo apolíneo, es decir, a la fuerza vital, al impulso y al instinto que se le atribuían a Dioniso, dios del vino. A aquello que rompe el equilibrio de lo apolíneo. Ambos términos fueron introducidos por Nietzsche en obras como El nacimiento de la tragedia.
V. HERACLEO / HERCÚLEO:
El término griego Ηράκλειος ‘heracle0’, deriva de la voz Ἡρακλῆς ‘Hércules‘, que a su vez significa ‘gloria de Hera’ —pues está compuesto por Ἥρα (nombre de la diosa Hera) y κλέος ‘gloria’—, en alusión al mito según el cual Heracles estaba sometido a los trabajos que Hera le ordenaba. Su nombre, por tanto, alude a que sus trabajos debían glorificar a la diosa (Grimal, 2012, p. 239). Con respecto al adjetivo, generalmente se suele utilizar más hercúleo, formado a partir de la raíz latina. En cualquier caso, ambas palabras son sinónimas, pues hacen referencia a una persona que posee gran fuerza y musculatura.
VI. HERMAFRODITA:
Del griego ἑρμαφρόδιτος —formado por la unión de dos términos: Ἑρμῆς (Hermes) y Ἀφροδίτη (Afrodita)— procede esta palabra cuyo significado es ‘que tiene los dos sexos’, en referencia a que tiene tanto testículos como ovarios. De la morfología de la palabra se infiere el mito, ya que Hermafrodito es fruto de la unión entre Hermes y Afrodita. El hecho de que se utilice este nombre para personas que tienen ambos sexos responde a que, según el mito, su cuerpo se unió para siempre al de la ninfa Salmacis; esta, por amor, reclamó a los dioses que sus cuerpos nunca se separaran (Grimal, 2012, p. 261).
VII. NARCISISTA Y NARCISO:
En el Diccionario de la lengua española quedan recogidos ambos términos. Un narciso es un ‘hombre que cuida demasiado su arreglo personal, o se precia de atractivo, como enamorado de sí mismo’. El adjetivo narcisista vendría a ser lo mismo aunque aplicado a ambos sexos, pues hace referencia a aquella persona que cuida en exceso su aspecto físico y que, además, tiene buena estima sobre sí misma.
VIII. ODISEA:
La primera palabra de esta lista que no es un adjetivo. Debe su nombre a la Odisea, poema homérico que narra el viaje de vuelta de Odiseo a Ítaca tras la guerra de Troya. Por este motivo, las dos acepciones que recoge el DLE aluden a lo dificultoso de los viajes: ‘Viaje largo, en el que abundan las aventuras adversas y favorables al viajero’ y ‘Sucesión de peripecias, por lo general desagradables, que le ocurren a alguien’.
IX. QUIMERA Y QUIMÉRICO:
La Quimera es un animal mitológico con cabeza de león, parte trasera de serpiente y busto de cabra (Grimal, 2012, p. 461). Por su carácter imaginario, una quimera ha pasado a tener el significado de ‘aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo’. De ahí deriva el adjetivo quimérico, que alude aquello que es imaginado sin fundamento o que tiene carácter fabuloso
X. SELENITA:
Los selenitas son los habitantes imaginarios de la Luna. Su nombre procede del griego σεληνίτης, que a su vez deriva de σελήνη ‘la Luna’. Selene es la personificación de la Luna en la mitología griega. Se representa como una mujer joven y bella que recorre el cielo sobre un carro de plata tirado por dos caballos (Grimal, 2012, p. 475).
Referencias bibliográficas:
Grimal, P. (2012). Diccionario de mitología griega y romana. Madrid: Paidós.
Real Academia Española (2014). Diccionario de la lengua española. Madrid: Espasa.