Leon Hunter

¿Cómo se clasifican los diccionarios?

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¿Cómo se clasifican los diccionarios?

Cuando hemos hecho referencia a los diccionarios en este blog, por lo general hemos aludido siempre a diccionarios normativos —como, por ejemplo, el Diccionario de la lengua española— o a diccionarios etimológicos si hemos tenido que hablar sobre el origen de determinadas palabras. Sin embargo, estos no son solo los únicos diccionarios que podemos consultar; como trataremos de explicar a lo largo de estas líneas, existen muchos tipos distintos cuya clasificación puede depender de diferentes criterios.

¿Qué es un diccionario?

Lo primero que debemos tener en cuenta es qué es un diccionario y qué partes lo componen. En el el Diccionario de la lengua (DLE) se ofrece la siguiente definición: ‘Repertorio en forma de libro o en soporte electrónico en el que se recogen, según un orden determinado, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación’.

Criterios para clasificarlos

A partir de esta definición se pueden esbozar los distintos criterios de clasificación de diccionarios que, según Martínez de Sousa (1995), puede haber:

  1. Criterio del soporte. Los diccionarios pueden ser en formato papel o en formato digital.
  2. Criterio del número de lenguas. Los diccionarios pueden ser monolingües —a cada entrada va asociada una definición— o plurilingües. Dentro de este último grupo, podemos hablar de diccionarios bilingües (por ejemplo, un diccionario español-inglés) o multilingües, aunque son pocos los diccionarios de este tipo.
  3. Criterio de la ordenación de entradas. Según como estén dispuestas las entradas del diccionario, podemos hablar de orden alfabético (ordenación semasiológica) o de orden sistemático, en cuyo caso las entradas aparecen ordenadas según temas.
  4. Criterio de la presentación. Cuando se habla de la presentación del diccionario, se alude a su contenido. De este modo, puede haber diccionarios terminológicos (en los que se presenta la terminología de un determinado campo), diccionarios enciclopédicos (en los que se muestra información amplia de cada entrada), diccionarios visuales (donde se muestran fotografías que acompañan las entradas) y glosarios.

Para Günther Haensch (1997), los diccionarios de carácter general se dividen en cuatro tipos:

  1. Diccionario definitorio. En este tipo de obras se ofrecen definiciones acerca de cada entrada, y se aporta información lingüística acerca del uso de las palabras, la clase de palabra o el área de uso o ejemplos, aunque esto es más propio del siguiente tipo. El DLE sería un ejemplo de diccionario
  2. Diccionario de uso. La diferencia con el primer tipo es que en esta clase de diccionarios se incluyen, además, sinónimos, antónimos, regímenes proposicionales o ejemplos.
  3. Diccionarios didácticos. En este grupo se incluyen los diccionarios escolares y los diccionarios destinados a hablantes no nativos.

>Esta es tan solo una forma de clasificarlos; hay otras formas de hacerlo, de modo que una misma obra puede ser de varios tipos según las distintas clasificaciones que se sigan. Otro criterio de distinción de diccionarios redunda en su carácter normativo o descriptivo.

Diccionarios normativos y descriptivos

Los diccionarios normativos son aquellos que regulan las palabras que forman parte de una lengua o no en función de distintos criterios. De este modo, un diccionario normativo únicamente incluye aquellas voces que considera correctas.

Por ejemplo, el Diccionario de la lengua española es un diccionario —en principio— de carácter normativo: en él están incluidas las voces correctas de la lengua española, pero no las incorrectas.

Los diccionarios descriptivos, en cambio, tienen la función de describir cuáles son las palabras que se usan en una lengua, sin entrar a valorar los criterios que han hecho que lleguen hasta ahí. O dicho de otro modo: el diccionario descriptivo refleja la realidad de la lengua, independientemente de que aparezcan barbarismos, extranjerismos o vulgarismos.

Un ejemplo es el Diccionario de uso del español, de María Moliner, se define como un «diccionario descriptivo y sincrónico». También formaría parte de este grupo el Diccionario del español actual, de Manuel Seco.

No obstante, también hay autores, como Günther Haensch y Carlos Omeñaca (2004), que consideran que el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española tiene un carácter mixto puesto que, aunque tiene un predominio normativo, han admitido «en los últimos años cientos de extranjerismos, voces familiares, populares y hasta vulgares y palabras de jergas de grupos».

Así pues, si aplicamos los criterios vistos hasta este punto a un diccionario como el Diccionario de uso del español de María Moliner, podremos decir de este que es un diccionario en papel, monolingüe, semasiológico (es decir, sigue un orden alfabético), de uso, sincrónico y descriptivo.

Diccionarios sincrónicos y diacrónicos

Otro criterio que se suele seguir para establecer la tipología de los diccionarios redunda en su carácter sincrónico o diacrónico, esto es, en función de qué información dé sobre el tiempo de la lengua. Los diccionarios sincrónicos, por ejemplo, son los diccionarios de arcaísmos, los diccionarios de neologismos o los diccionarios de voces de uso actual.

Los diacrónicos, por su parte, serían los que abarcan un período extenso de las palabras definidas, como ocurre en el caso de los diccionarios etimológicos o los diccionarios históricos.

Partes de un diccionario

En la mayoría de diccionarios existe una estructura común; las diferentes partes en las que se divide un diccionario se denominan entradas. Este es el concepto más general, y cada entrada se divide de la siguiente manera:

  1. Lema: el lema es, básicamente, la palabra que se va a definir. Por lo general, aparece destacada en negrita.
  2. Acepción: cada una de las diferentes definiciones que se aportan de un determinado lema. Por ejemplo, la entrada de la palabra alegría en el DLE tiene 11 acepciones. Si una palabra no es polisémica —es decir, si no tiene varios significados—, aparecerá con una única acepción. Además, todas ellas aparecen numeradas.
  3. Información etimológica. Este apartado no aparece en todos los diccionarios, y no todas las entradas de los diccionarios normativos ofrecen información etimológica. Si hablamos de un diccionario etimológico, la información etimológica será el apartado principal. En otra clase de diccionarios se prescinde de ella.

A modo de conclusión, conviene recordar que lo que aquí hemos recogido acerca de los criterios de organización y tipos de diccionarios es tan solo una selección basada en la que ya han realizado otros autores, razón por la cual puede haber otros criterios que no se hayan mencionado o tipos de diccionarios que se hayan omitido o incluido en otra categoría.

Referencias bibliográficas:

Haensh, G. (1997). Los diccionarios del español en el umbral del siglo XXI. Salamanca: USAL.

Haensh, G y Omeñaca, C. (2000). Los diccionarios del español en el siglo XXI. Salamanca: USAL.

Martínez de Sousa, J. (1995). Diccionario de lexicografía práctica. Barcelona: VOX.