Un estudiante de traducción me preguntó esta semana si le interesaba trabajar más con agencias o con clientes directos y dijo que tras leer la entrada de blog de otro traductor, le parecía que estaba clara la decisión — que le convienen más las agencias. Sin embargo, estoy en desacuerdo y, por ello, os cuento unas experiencias recientes en este post.
One man’s meat is another man’s poison
Esta frase que nos ha legado Lucrecio («Quod ali cibus est aliis fuat acre venenum» – lo que es el pan de uno es amargo veneno para otro – De Rerum Natura, siglo I a. de C.) la he recordado esta semana al leer una entrada que se quejaba de los clientes directos diciendo, entre otras cosas, que no le compensaban porque solo encargaban un trabajo y suponían un mayor trabajo, etc.
Sin embargo, al leer ese post no podía estar más en desacuerdo y – pensando en mi experiencia reciente – a mí me ocurre todo lo contrario: que repiten encargando otros trabajos, que me recomiendan a sus amigos, etc. y que de un cliente de una traducción jurada de tarifa mínima me llegan otros clientes o el mismo cliente vuelve un año o dos o tres años más tarde a traducir otra tanda de documentos.
Hace unos años podría haber estado de acuerdo pero ahora estoy en desacuerdo porque pienso que no ha entendido cómo tratar a los clientes directos (es algo que le pasa a muchos traductores noveles) y he cometido yo mismo ese mismo error hasta que aprendí cómo mimar a los clientes directos.
Sería para escribir una entrada aparte pero soy de la opinión de que a los traductores que empiezan les viene bien trabajar en la llamada traducción industrial o para agencias con sistemas muy organizados de trabajo — con todo organizado como si de una cinta transportadora de cadena de montaje se tratara — porque les dan todo hecho y, al principio, lo que necesitan es:
– Que alguien saque el látigo y les organice para hacer las entregas;
– Tener un flujo regular de trabajo y no tener que dedicar tiempo a márketing;
– Tener un sistema de facturación organizado;
– Que les den todo masticado.
De modo que al principio, creo que a los traductores nuevos les viene bien trabajar para este tipo de agencias industriales, al menos en un primer momento.
Feedback de agencias vs. feedback de clientes directos
Esta semana he tenido un feedback estupendo de clientes directos y un feedback horrendo de agencias. Los encargos de agencias me han tenido al borde de las lágrimas (o directamente llorando), hasta las tantas de la noche y tirándome de los pelos y los encargos de directos no me han costado tanto o directamente los he utilizado para relajarme y entretenerme entre agencia y agencia.
Y hay otra cosa: el feedback de las agencias te hace sentir como la mierda más mierda del mundo y el de particulares / directos es fenomenal… Y he pensado sobre lo que podría estar ocurriendo en realidad:
Email del cliente a la agencia:
«Gracias, chicos, por hacerme estas 6.000 palabras de un día para otro. Sois maravillosos y os merecéis cada céntimo del recargo por urgencia que me estáis cobrando y os recomendaré a todo el mundo. Muchísmias gracias de verdad por vuestra profesionalidad«.
Email de la PM al traductor:
«Recibido, gracias».
(y no te pagamos recargo y te descontamos 3.000 palabras de fuzzies y te pagamos 4 céntimos la palabra a 90 días – en contra de la ley de plazos de pago – aunque a nosotros el cliente nos pague 10 céntimos la palabra y nos lo abone pasado mañana).
Pensaba hacer una tabla de los «recibido, gracias» que he recibido esta semana pero, por temas de confidencialidad, me parece imprudente hacerlo. Lo que sí puedo decir es que de agencias recibí bastante feedback muy antipático sin venir a cuento y que de particulares / directos ha sido todo ponerme por las nubes.
El feedback de los directos (por si alguien lo piensa, ni me lo invento, ni me hace falta inventarlo) fue:
«Thank you again for such good and quick service. I really appreciate it.» (23-11)
«Leon, thank you very much for the fast translation! […] Again, thank u very much.» (22-11)
«Muchas gracias por tu profesionalidad y puedes estar seguro de que te tendré presente para futuros trabajos y recomendaciones!!» (19-11)
«Thank you very much, Leon. Looks great!» (18-11)
«Hi Leon. We got everything. We cannot thank you enough and sorry for all the confusion. Thanks for making it possible and we will be in touch next time we need a translation.» (13-11)
«Thank you very very much Leon. If you can send us your bank information…we can set up the transfer right away… Thanks again so much for your flexibility and patience. It is a huge relief to get these translations today.» (13-11)
«Indeed I have received the translation. Thanks very much for all your help, really appreciated and impressed with your service. Thanks for everything Leon.» (10-11)
Etc., etc. De hecho si no estuviera recibiendo este feedback de los directos y me estuviera guiando solo por lo que me dicen las agencias lo más seguro es que me sintiera fatal porque de todas las agencias con las que he trabajado en la última semana o dos, solo un par de ellas han dicho algo medio simpático y es porque me deben facturas y no me pagan…
Ventajas e inconvenientes de agencias y clientes directos
Plazos de pago: Si son particulares o empresas muy pequeñas (clientes directos) no suele haber ningún problema. Si son grandes empresas españolas se ha complicado mucho la situación y se han inventado toda una serie de procesos y burocracias para retrasar lo más posible los pagos. En el caso de las agencias, la mayoría pagan en unos plazos determinados pero suelen ser bastante largos (de 60 a 100 días).
Desde luego con pequeñas empresas y particulares no estoy teniendo ese problema.
Tarifas: Suelen ser mejores las tarifas de clientes directos (o deberían serlo, ya que no hay intermediario).
Volumen de trabajo: Puede ser menor pero si funciona el boca a boca te pueden llegar muchísimos clientes de un solo cliente… Este mes traduje un certificado para un empleado de una línea aérea y ya llevo como 10 o más de otros compañeros del primero. Traduje unos certificados para un indio y ya llevo cinco o seis indios. Y así sucesivamente.
Plazos de entrega: Los plazos de las agencias son horrendos en el 90 % de los casos y poco realistas. No hay margen de maniobra alguno en cuanto al plazo. En cambio, con los directos siempre hay más margen para cambiar o reajustar si sientes que la traducción no está lista. En realidad no se debería mandar nunca una traducción si piensas que no está lista pero las dificultades son difíciles de prever. Son muchos los clientes directos que me dan más plazo y/o ya desde el principio me dan un plazo mucho más largo que el de las agencias. Pienso que gran parte de las veces el problema es que alguna PM está intentando impresionar al cliente con algún plazo ajustadísimo (incluso aunque no lo hayan pedido) para recibir ese feedback maravilloso (ella) que luego a ti no te retransmite en ningún caso.
Tipos de encargo: Generalmente son más difíciles las traducciones que me llegan de agencias (también es porque las traducciones facilitas se las dan a gente más barata).
Software de traducción: De agencias llegan unos marrones bastante gordos de Trados, Tag Editor y otros programas horrendos y esas noches en vela porque algo siempre sale mal. Pero, con los directos, utilizas las herramientas que te dé la gana. Si te conviene utilizar una herramienta de traducción asistida, la utilizas y si, por el contrario, es más fácil hacerlo a pelo, lo haces a pelo y a nadie le importa ni le parece menos profesional.
Burocracias, exigencias de facturación: los directos suelen ser más flexibles y los únicos que te plantean muchas burocracias de certificados de contratistas, de la seguridad social, etc., etc. son grandes empresas españolas que buscan crear burocracias para contravenir la ley de plazos de pago y pagar en más plazo del permitido.
Otras ventajas de los directos: contacto directo con la gente, ayudar a los demás, ver el resultado de tu trabajo de traducción (para qué sirve y lo que se logra con ello), servicio público, etc.
Como desventajas o aspectos a tener en cuenta: saber organizarte, conocer las claves de dar un servicio al cliente (cosa que muchos noveles no conocen), saber vender y venderse uno mismo, saber interpretar esas frases de «no me corre prisa» o «tranquilos» o «da igual» (que son como las frases de la mujer que le dice a su marido «no importa» cuando sí importa), etc.
Conclusión final:
No hay ninguna entrada de blog que pueda resolver de una forma simplista la pregunta pero mi opinión es que a los traductores que empiezan les convienen más las agencias y, a medida que uno avanza en dominio, en habilidades de atención al cliente, en posición (marca personal), en experiencia, etc. conviene ir poco a poco desprendiéndose de agencias y tener un mayor volumen de clientes directos. Si bien tenía un 80% de agencias hace unos años, ahora han pasado a un segundo plano. Hubo una época larga para deshacerme de algunas de las más pesadas que me tenían casi esclavizado con una carga de trabajo imposible que no me permitía hacer nada más (apenas tenía tiempo siquiera para las necesidades básicas: comer, dormir, etc. como para meterme a promocionar mis servicios a clientes directos o darles el nivel de servicio y atención que requieren).
Tarea de hoy:
Una cosa muy básica que les falta a muchos traductores (incluso a mí, lo reconozco) es saber cómo se atiende a un cliente. No te lo enseñan en la facultad y no se nace sabiendo. Además los traductores – la mayoría poco extrovertidos – no son grandes vendedores por naturaleza. Hay mucho material al respecto en internet y recomiendo hacer búsquedas para encontrar artículos en los que expliquen lo básico sobre:
– Dar un buen servicio a los clientes y conocer las claves de un servicio al cliente;
– Tratar a todos los clientes de manera que se sientan importantes y valorados: así te recomendarán a otros clientes y por el boca a boca conseguirás una buena cartera de clientes;
– Conocer las claves de vender tus servicios como profesional.
Hay infinidad de artículos sobre «Good customer service«, «Selling your services«, etc. en internet. Seguramente en español también haya unos cuántos artículos.
Para los que no les guste leer, os recomiendo también el programa de Tabatha Coffey (Tábata te necesito o «Tabatha’s Salon Takeover» – en España lo ponen en la cadena Divinity y también hay capítulos disponibles en You Tube) porque explica muchísimos principios de gestión de empresas y de atención al cliente y es bastante útil lo que dice, aunque no tenga nada que ver con traducción… Y aunque creáis que es lo mismo que «Pesadilla en la cocina» (Kitchen Nightmares) en realidad no lo es porque Tábata es mucho más lista y explica las cosas con fundamento.
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