Enseñanza de una lengua extranjera desde los ojos de un experto
Para este artículo, hemos tenido el gusto de entrevistar a Eduardo Negueruela Azarola. Él es investigador, académico y director del Instituto de Lengua y Cultura Españolas (ILCE) de la Universidad de Navarra (UNAV). Hablamos un poco sobre su trayectoria, labor en el ILCE y la enseñanza de español como lengua extranjera.
- ¿A QUÉ NECESIDAD RESPONDE EL ILCE Y CÓMO SE DIO CUENTA?
El ILCE lleva desde 1967 dando cursos de español como lengua extranjera a alumnos internacionales. Está pensado originalmente para alumnos de grado de la Universidad de Navarra que no hablan español. Yo en concreto llevo 5 años aquí. Antes era profesor en Estados Unidos, pero salió una plaza de director de investigación para reforzar la misión del Instituto y desarrollar los programas y exámenes de certificación.
Hay alumnos de todas partes del mundo y de grados muy diferentes. Ha habido alumnos externos a la universidad que se matriculan en el ILCE sin ningún problema, pero principalmente estudian solo los alumnos de la UNAV. La razón de esto es que no es precisamente una academia o instituto de lenguas. Se diferencia de las academias en que el enfoque del ILCE es universitario y nos centramos en la lecto-escritura y la comprensión de textos académicos. Se prepara a los alumnos con el objetivo de poder estudiar en la universidad ya sea un grado o un máster.
- ¿HAY ALGUNA NACIONALIDAD O GRUPO CULTURAL AL QUE SE LE DIFICULTE MÁS EL APRENDIZAJE DEL ESPAÑOL? ¿O A QUIENES SE LES FACILITA MÁS?
Un factor clave es la primera lengua. Por supuesto, los alumnos provenientes de países con lenguas romances como Italia, Brasil y Portugal tienen una mayor comprensión en niveles bajos e intermedios. Sin embargo, una vez se alcanza el nivel superior, el desafío es que el papel de la lecto-escritura cobra mayor protagonismo. Allí, ya no suele importar tanto la lengua materna sino si el alumno es aplicado y estudioso.
- EL ESPAÑOL TIENE MUCHAS VARIANTES SEGÚN CONTINENTES, PAÍSES Y CIUDADES. ¿USTEDES ENSEÑAN ESPAÑOL COMO ESPAÑOLES O INTENTAN HACERLO DE MODO NEUTRAL?
Mi historia personal justamente es un poco mixta. Yo nací en Brasil, mi madre es de Uruguay, mi padre es de España. Mi familia fue a España cuando yo tenía 3 años. Crecí en Palencia, en el norte de Castilla, y a los 22 años me fui a estudiar y trabajar a EE.UU. He vivido casi 20 años en Estados Unidos. Fui 10 años investigador en Lingüística Aplicada y Director del Programa de español en la University of Miami en EE.UU. donde teníamos profesores de toda América y varios de España. Entiendo bien lo de las variedades lingüísticas dentro del español. La enseñanza de español la hacemos como lengua global que es.
En el ILCE hemos tenido y tenemos profesores de Argentina, Chile, Colombia, México, Puerto Rico, etc. No solo tenemos profesores de España. Y los que son de España han vivido varios años en otros países enseñando español.
Enseñamos que el español es una lengua que se habla en muchos lugares, y cada profesor enseña desde su variedad. Por el contexto en el que estamos, obviamente, hay más profesores del norte de España, pero se procura mantener una visión global. Al alumno, como se trata de universitarios, además del idioma en sí, algo que se intenta enseñarles es sobre la riqueza del español, y exponerlos a las múltiples variedades del mismo a través de videos, películas, textos, etc.
Con respecto al acento, y más concretamente a la pronunciación de la “c” y la “z” que es una de las características más llamativas, al alumno se le enseña la distinción principalmente porque van a estudiar en Navarra, y aquí se hace esa distinción a la hora de hablar. Ahora, si el alumno quiere hacer la distinción o prefiere mantener la pronunciación como “s”, es una cuestión suya.
- ¿LE PARECE QUE EL TRABAJO DEL ILCE ES COMPRENDIDO Y CONOCIDO?
No creo que haya un problema de falta de conocimiento. Aún así a veces es un campo que no está tan visibilizado. En el ILCE tenemos casi 700 alumnos al año. Tenemos máster, doctorandos, y proyectos de innovación e investigación. Sin embargo, se piensa que la única tarea del ILCE son las clases a alumnos extranjeros. Además, los alumnos internacionales a veces no tienen mucho contacto con nacionales, pues se relacionan con los mismos internacionales. Por ende, la labor del ILCE no se escucha tanto como se podría.
- ¿HA CAMBIADO SU MENTALIDAD ACERCA DE LA LABOR DEL ILCE DESDE QUE INICIÓ SU TRABAJO HASTA LA FECHA ACTUAL?
Hemos impulsado bastantes iniciativas. Creo que mi mentalidad ha cambiado en el sentido en que he caído en la cuenta de la importancia y lo que conlleva enseñar el español académico y la escritura a los alumnos. La lengua no es solo un vehículo de expresión. Es vehículo de conceptualización, de pensamiento y una herramienta para tu identidad. En la medida en que tienes mayor competencia comunicativa, también tienes mayor competencia cultural y académica. Lo veo como clave y considero que nunca se le puede dar demasiada importancia a la competencia comunicativa y cultural en más de una lengua.
Comunicarse lo es todo. Es cómo expresas tu identidad y cómo eres percibido. La lengua es una herramienta simbólica que usamos continuamente, incluso sin darnos cuenta de ello. En ese sentido, es como el respirar: no se piensa en respirar, solo se hace. Sin embargo, si te pones a pensar en tu respiración, sí que te vuelves consciente de ella. Lo mismo pasa con la lengua y las palabras. Nuestra mente sociocultural, nuestra identidad, respira palabras.
- ¿POTENCIAN LAS REDES SOCIALES Y LAS TECNOLOGÍAS EL APRENDIZAJE DE UNA LENGUA O NO TIENE VERDADERAMENTE UN IMPACTO SIGNIFICATIVO?
Es un tema complejo. Yo creo que las redes sociales y las tecnologías, en especial en momentos como los de la pandemia y el confinamiento, lo que hacen es que puedas mantener intercambios de modo online. De hecho, así fue como se pudo continuar con las clases de español con los alumnos de todos los rincones del mundo, por ejemplo Filipinas, Estados Unidos y Suiza. Todo esto, estando el profesor en Navarra. Las redes sociales pueden acercar al alumnado de tres continentes diferentes con su profesor.
Una crítica que se le ha hecho a la educación virtual es su calidad. Con respecto ello, considero que depende mucho de las tareas que se realicen y cómo se plantee la evaluación. También, puede cambiar por completo si se consigue verdaderamente implicar al alumno. Las redes sociales y la tecnología aplicadas a la educación no son ni buenas ni malas. Como tecnología es muy eficiente y más económico. Solo por eso, el uso de las nuevas tecnologías seguirá avanzando.
También, está claro que la exposición a materiales multimedia en la red (videos, series, películas, anuncios, cadenas de televisión, periódicos online, y la cantidad y variedad de materiales en la lengua que se desea aprender que ofrece internet, son de gran ayuda para el alumno. Principalmente, porque son materiales reales, conectan con los intereses de los alumnos y no es una actividad que relacionen directamente con aprender un idioma de manera formal.
- ¿PIENSA QUE LA LECTURA EXTRACURRICULAR EN LA LENGUA QUE SE ESTÁ APRENDIENDO AYUDA A LA ADQUISICIÓN DE LA LENGUA O FRUSTRA AL ALUMNO?
Si la persona ya lee mucho en su lengua materna, evidentemente leer en la lengua que quiere aprender maximiza su conocimiento de ella. La lectura es un elemento clave. El problema es con los niños. Es mejor que primero lean lo que les guste con tal de que lean, y una vez le cojan el gusto, ya se puede pensar en que persigan mayores retos de lectura, como por ejemplo, uno que no esté escrito en su lengua materna. Si no, sí que pueden frustrarse. Me gusta la frase “Lee lo que te guste hasta que te guste leer.”
Los programas bilingües intentan que el alumno esté expuesto al idioma y a la cultura extranjera, y que las dos lenguas sean de contenido vehiculares en todos los ámbitos. En el aprendizaje de una lengua, el valor de los recursos depende del porqué quieres aprenderla. Es distinto si estás aprendiendola por un viaje de turismo, por estudios, por trabajo o en condición de diplomático.
- EVIDENTEMENTE NO SE PUEDE ENSEÑAR DE IGUAL MANERA INDEPENDIENTEMENTE DE LA EDAD. UN NIÑO APRENDE DISTINTO QUE UN ADULTO. ¿USTED QUIÉN PIENSA QUE VERDADERAMENTE ESTÁ EN MEJORES CONDICIONES DE APRENDER UN IDIOMA?
Es una comparación un poco injusta. A nivel de percepción, acento y comunicación básica, un niño suele poder aprender más y en menor tiempo. Pero claro, las necesidades comunicativas de un niño, hasta los 7 u 8 son muy sencillas si se compara con las de un adulto. Yo lo veo con mis hijos. Ellos tienen necesidades del aquí y el ahora, de pedir lo inmediato. Un adulto ya tiene necesidades de argumentar, de hablar de su vida, de su pasado, de sus inquietudes existenciales… Un niño, de manera general, hasta que aprende bien a escribir, leer e interpretar estaría en los 12-14 años, y luego a expresarse bien por escrito y tener un discurso elaborado, hasta los 16-18.
Entonces, si hablamos de competencia comunicativa como capacidad de expresión, lectura, escrita, oral, interpretación, un adulto tiene ventaja sobre un niño pequeño. Un adulto puede llegar a un nivel avanzado de comunicación oral y escrita en una lengua relacionada a la suya en tan solo un año si estudia intensivamente la lengua durante 8-10 horas al día. Así lo demuestran las escuelas de idiomas en los centros de diplomacia como es el Foreign Service Institute en Washington DC. o las experiencias de inmersión total en otro país para aprender una lengua. En un año se aprende muchísimo, mucho más que un niño. En este sentido el adulto es mucho más rápido que un niño. El problema es que no solemos tener la oportunidad de solo estudiar una lengua todo el día cuando ya eres adulto, excepto en contextos de inmersión. Si hablamos en el sentido de acento, o de comunicación básica el niño probablemente aprenderá más rápido. Si hablamos en el sentido de lecto-escritura y comunicación sofisticada el adulto aprende más rápido. La comparación niño-adulto no es muy apropiada y parte de considerar el conocimiento de una lengua de manera superficial y sin tener en cuenta el contexto comunicativo y la realidad de los dos. Las necesidades comunicativas son muy diferentes.
- ¿ENSEÑAR UN IDIOMA CAMBIA LA FORMA EN LA QUE DESPUÉS UNO PIENSA DEL PROPIO IDIOMA?
Sí, claro. Yo creo que cuando te fijas tanto en la propia lengua, en este caso en el español, te vuelves muy consciente sobre ella. Te fijas en la lengua como herramienta comunicativa, pero también como objeto de estudio. En general te vuelves muy consciente de todo, desde cuestiones formales a cuestiones de significado y llegando a cuestiones pragmáticas, de cómo se usa la lengua, qué imagen se transmite, qué intención comunicativa hay detrás y cómo se interpretan los mensajes.
- TRADUCIR ES UN PROCESO COGNITIVO MUY DISTINTO QUE ESCRIBIR, REFLEXIONAR Y HABLAR. ¿PODRÍA EXPLICAR EN QUÉ SE DIFERENCIA EL PENSAMIENTO A LA HORA DE HABLAR UN IDIOMA Y A LA HORA DE TRADUCIR?
Yo creo que la traducción es una actividad sofisticada en la que tú vas a intentar transformar un texto, y en el sentido amplio encontrar las equivalencias de una lengua a otra. Esas equivalencias nunca son directas, entonces te toca interpretar, y te toca buscar relaciones.
Nosotros tenemos cursos de traducción en el ILCE: “Español para la traducción”. Ahí se enseña qué técnicas tiene un traductor, textos paralelos, cómo usar un diccionario, cómo usar herramientas online… La traducción es una actividad específica dentro de la comunicación, una actividad de mediación entre dos lenguas, eso es la traducción. De manera más sofisticada, traducir es metaforizar: es pensar en una lengua en términos de otra, y eso requiere cambios y creatividad.
Con respecto a lo que se suele decir que no hay que traducir en la mente lo que uno quiere decir para hablar un idioma distinto, creo que a veces es un poco injusto. Por ejemplo, cuando a un alumno cuya lengua materna es el español, y está aprendiendo inglés, a veces se le dice: “piensa en inglés”. La recomendación enfatiza la idea de que no intentes transferir la estructuras, ni tus construcciones, ni la manera idiomática del español a inglés, porque vas a decir las cosas mal. Lo que pasa que, al pedirte pensar, claro, uno está acostumbrado a ciertas palabras y a conceptos. Tú tienes un diálogo interno, tu manera de conceptualizar, que es bastante elaborada. Entonces, si dejas de pensar en español, no puedes pensar en inglés de repente y más si tu nivel es bajo. Es un poco pedir un imposible. El consejo es válido, en el sentido de que cuando escribas una redacción o un texto, que no lo pongas en la estructura de otra lengua. Pero es muy difícil evitar esa transferencia porque al final tu lengua de pensamiento es tu lengua dominante, sobre todo en niveles iniciales de bilingüismo. Así que es casi imposible evitar la transferencia. Una vez estés en un nivel avanzado, ya puedes pensar directamente y verbalizar en inglés o en francés o en alemán.
En definitiva, es buena pregunta, y como recomendación general está bien. Sin embargo, a niveles básicos, si te la tomas en serio lo de no comparar nunca con tu primera lengua es difícil, porque no vas a poder pensar en otra lengua. Tú tienes que entrar a tu segunda lengua, ya sea el inglés, el alemán o el español, a través de esa primera. Es tu puerta de entrada a un nuevo universo de significados.
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