No se puede escribir ningún manual o guía sobre traducción ignorando la presencia de las CAT TOOLS, o herramientas de traducción asistida. Estas herramientas, muy pensadas en su concepción y desarrollo desde el punto de vista de agencias generalistas de traducción simple, son difíciles de aplicar y de utilizar para una serie de tipos de traducción especializada. Esto también tiene que ver con la concepción y origen primigenio de las CAT Tools como herramientas que se diseñaron pensando en:
– Trabajar grandes volúmenes de textos muy repetitivos (manuales industriales, de software, páginas web, etc.);
– Trabajar con múltiples traductores en diferentes lugares asegurando una consistencia y coherencia de estas traducciones de grandes volúmenes;
– Ciertas funciones de gestión de proyectos que sirven a la agencia que contrata los proyectos;
– La reducción de costes para la agencia a través de las palabras repetidas (muchos argumentan que tal vez esta sea una de las principales razones que justifican su existencia);
– Trabajar con unos formatos estandarizados (normalmente Word pero también formatos típicos de software, de páginas web, etc.).
Motivos de conflicto
Estas herramientas chocan de lleno y entran en conflicto con ciertos tipos de traducción especializada, la traducción editorial y la traducción jurada por una serie de motivos, entre los que se citan:
– Traducciones muy estandarizadas, sin posibilidad (se contempla como “error”) de introducir polisemia y variación de vocabulario en los textos.
Esto, que en otro campo se consideraría buena redacción o buena práctica redactora, en la traducción con CAT tools o traducción asistida se trata como error y en las diversos análisis y QAs que se realizan de los textos bilingües aparecen como errores las traducciones de una palabra o expresión de dos o más formas distintas o empleando dos o más vocablos…
Sin embargo, huelga decir que esto que pueda parecer buena práctica en un tipo de traducción muy técnica o muy estandarizada (un manual de instrucciones o de uso) no es para nada una buena idea en un artículo, un libro de ficción… O en cualquier texto donde se quiera presentar un producto con una redacción cuidada, que utiliza figuras, técnicas, métodos de redacción de toda la vida como la polisemia, la metáfora, la metonimia, el circunloquio… Esto es lo que choca con la traducción realizada con CAT tools, que está muy bien para unos tipos de traducción, pero para otros tipos supone poner demasiados límites a la escritura creativa. En las herramientas de traducción asistida no se contempla el lado creativo de la redacción porque no se concibieron para eso.
– La poca especialización de los editores / traductores (de las memorias de los programas de traducción asistida, las diferentes partes de las traducciones).
Supongamos una traducción especializada que se traduce con CAT tools. El problema es que estas herramientas se concibieron (como he dicho antes y vuelvo a recalcar) para traductores generalistas.
El problema es que en ciertas clases de traducción especializada (jurídica, financiera, médica…) el traductor además de saber traducir y saber los idiomas de origen y destino tiene que tener unos conocimientos bastante extensos de la materia y, sin embargo, frecuentemente encontramos que nos pasan una TM con partes hechas por traductores no especializados que desconocían los términos que se utilizan habitualmente en traducción financiera o jurídica y que se ha consolidado en esa memoria de traducción un término X que es incorrecto.
Posteriormente, los traductores especializados que sí sabemos del tema especializado nos encontramos con que podemos hacer dos cosas:
– O cambiar el término que se viene empleando en la TM (labor que nos puede traer alguna queja “de calidad” y que tampoco nos pagarían o por la que nos pagarían menos, ya que esa palabra o frase se supone que está “repetida”).
– O dejarla y emplearla a sabiendas de que está mal o podría estar mejor y la traducción mala resulta que pasa a ser la buena porque es la que está aprobada por alguna persona y es la que viene impuesta por la TM.
Por eso las CAT Tools son contraproducentes en muchos tipos de traducción especializada y cuanto mayor sea el grado de especialización, peor, ya que la tendencia de estas herramientas es la estandarización y todo lo que sea “no estándar” es lo que difícilmente se va a ajustar a las constricciones de las herramientas de traducción asistida.
– Los formatos
He dicho también en la introducción que estas herramientas se concibieron para la traducción de unos formatos estándar… Pensemos, por ejemplo, en manuales de usuario industriales. Un día es una lavadora, otro una secadora y otro una lavadora-secadora. Lo más seguro es que sea todo machaconamente igual y que el texto en origen venga en el mismo formato (si acaso cambiará la versión por la última y un año será Word 2010 y al siguiente Word 2013, pero siempre, en esencia, será lo mismo…).
El problema en traducción jurada es que los formatos frecuentemente no son estándar, tanto por el origen de los documentos (papel físico, papeles o documentos escaneados, PDFs…) como por el propio contenido de estos documentos (diferentes formatos de títulos, diplomas, cartas, etc.).
Muchas agencias de traducción, sin embargo, insisten en pasar las traducciones juradas (documentos escaneados) por OCR (que sigue sin ser una tecnología que funcione al 100% y nos devuelva documentos perfectos y sin errores de formato), para luego traducir el documento convertido con una CAT Tool.
Son muchos los ejemplos que podría poner de proyectos que se han intentado hacer así y que han dado unos resultados absolutamente desastrosos tanto para el pobre proveedor que intenta hacer lo que le exige la agencia, como para la propia agencia que se encuentra un desaguisado y, además, mucho tiempo consumido de gestión y tratamiento o maquetación posterior del texto y quejas de clientes por la presentación de un trabajo que no está en condiciones.
Ejemplo de problemas de conversión con OCR (reconocimiento de documentos escaneados) y algunos de los problemas de formato que surgen en el documento final en Word:
Ejemplo de apertura en Trados Studio 2011 de un documento en PDF con un exceso de etiquetas que hace casi inviable la traducción del documento.
Fuente: blog del traductor Tuomas Kostiainen sobre su proceso de adaptación al nuevo Trados Studio.
Parece que va siendo menos frecuente que las agencias pidan traducciones juradas realizadas con CAT Tools pero todavía recibimos alguna consulta de vez en cuando… Ojo, que de no tratarse de un documento escaneado (por ejemplo, siendo un PDF original o un Word original, caso poco frecuente) sí que podría hacerse una traducción simple y luego jurarse y, en principio, no habría mayor problema.
El problema es cuando se quiere escanear un documento en papel, convertirlo con un OCR o cualquier conversor de PDFs y con ese texto y todos los problemas que tiene (de formatos, de cuadros de texto, de caracteres mal reconocidos, etc.) pasarlo por una CAT tool y hacer una traducción jurada con eso.
Por último, muchas de las anotaciones necesarias o recomendables de la traducción jurada quedan fuera de los textos de la CAT tool (no entran en los segmentos de la TM) y la propia certificación queda fuera de los textos segmentados ya que no está en el original y lo añade el traductor.
Por todos estos motivos, las CAT Tools siguen siendo poco útiles y poco atractivas como opción para la traducción jurada y podríamos decir que “no sirven” directamente una gran parte de las traducciones jurada.
Y, sin embargo, sí que han tenido una interacción con la traducción jurada llegando a ser un factor importantísimo en la fijación actual de los precios en traducción jurada, según lo que veremos en la segunda parte de este capítulo sobre las herramientas de traducción asistida y la traducción jurada.
SEGUNDA PARTE DEL CAPÍTULO: LA INFLUENCIA DE LAS CAT TOOLS SOBRE LOS PRECIOS EN TRADUCCIÓN JURADA
Traducciones juradas Madrid, Leon Hunter SL. Solicita presupuesto sin compromiso aquí
Guardar
Guardar