En nuestro vocabulario hay un buen número de expresiones idiomáticas con las que aludimos a lugares. De hecho, es posible que algún despistado no sepa que esté en Babia al utilizar estas expresiones. Lo que tenemos que pensar es que, sin duda, los hablantes siempre estamos condicionados por un contexto lingüístico que, a su vez, lo condicionan otros, como el social, el político o el geográfico. Pero no nos vayamos por los cerros de Úbeda: en las próximas líneas vamos a hablar de esas frases hechas con las que nombramos a ciudades o pueblos.
Antes que nada, ¿qué son las expresiones idiomáticas?
En toda lengua existen las denominadas expresiones idiomáticas, que son esas secuencias de palabras cuyo significado no se extrae de cada palabra que forma dicha secuencia, sino del conjunto. O dicho de otra forma: expresiones que no han de interpretarse de manera literal palabra por palabra, sino de forma figurada y en bloque. Por ejemplo, cuando decimos que alguien nos toma el pelo, no queremos expresar que alguien está agarrándonos o sujetándonos el pelo, sino que se está burlando de nosotros.
¿Cómo las traducimos?
Estas expresiones suelen causar problemas a la hora de traducirlas: sobre todo en aquellos casos en los que aparece alguna referencia cultural propia de un país o de una comunidad de hablantes. Esto es lo que se conoce en traductología como culturema, es decir, aquellas referencias —ideas, hechos, lugares u objetos— específicas de una cultura y compartidas por los miembros de una determinada comunidad o sociedad.
Las alusiones a los lugares suponen un problema para la traducción. ¿Cómo traduciríamos una expresión como tomar las de Villadiego al inglés o al francés? Pues bien, lo primero que deberíamos conocer es el significado de dicha expresión, que es ‘huir precipitadamente de un sitio’. De hecho, también utilizamos otras frases hechas que tienen el mismo sentido, como salir echando leches, poner pies en polvorosa o salir pitando. Como es lógico, los anglohablantes y francófonos no conocen la referencia cultural (a esto alude la noción de culturema) de tomar las de Villadiego, ni su origen, que parece estar en unas calzas hasta la rodilla que se fabricaban en Villadiego, un municipio de la provincia de Burgos. Por tanto, en inglés habría que traducirlo como run away ‘huir’, mientras que en francés podría traducirse con el verbo s’enfuir ‘huir’ o con otras expresiones equivalentes como prendre la clé des champs o prendre la poudre d’escampette.
¿Cuáles son las más conocidas?
Las referencias geográficas son muy variadas en nuestros dichos, y pueden aludir a diferentes ideas. Si queremos decir que alguien está despistado o no está prestando atención, decimos que está en Babia (comarca de la provincia de León) o en la luna. Aunque si decimos que alguien se queda a la luna de Valencia, estamos aludiendo a su frustración con respecto a un hecho en el que tenía ciertas esperanzas. Si queremos enfatizar en que algo cuesta mucho esfuerzo o sacrificio, diremos que vale un Potosí o un Perú —también puede escribirse valer un potosí o valer un perú, en minúsculas—, por la gran importancia y riqueza de la ciudad de Potosí (Bolivia) y de Perú en lo que respecta a los yacimientos de metales preciosos que abastecieron al continente europeo durante siglos.
También encontramos una referencia a Perú en la expresión ¿estamos aquí, o en Jauja?, que utilizamos cuando queremos aludir a algo que consideramos inoportuno. La referencia, de nuevo, la encontramos en un valle de Perú famoso por ser muy rico. De hecho, la palabra jauja, con minúsculas, ya ha pasado a ser un sustantivo común con el que nos referimos a cualquier situación ideal o fácil: Esta asignatura es jauja.
¿Y qué ocurre si nos dicen que nos estamos yendo por los cerros de Úbeda? Básicamente, que estamos divagando o saliéndonos del tema principal. Parece ser que su origen está en una batalla librada entre cristianos y almohades en las cercanías de Úbeda (Jaén), pues en dichos cerros se perdió uno de los capitanes del rey Fernando III antes de empezar la contienda. Una expresión sinónima, aunque no aluda a un lugar, sería irse por las ramas.
Y desde ahí, si estamos muy indecisos, podemos acabar entre Pinto y Valdemoro (dos ciudades fronterizas del sur de Madrid). O yendo de la Ceca a la Meca, es decir, de un sitio para otro sin rumbo alguno. ¿Y qué era la Ceca? Con ese nombre se conoce al lugar donde se fabrican monedas. Pero su origen no es del todo claro; hay quienes dicen que no tiene nada que ver ni con La Meca ni con la ceca, porque ya aparece en El Quijote la expresión de ceca en meca, empleada por su sonoridad. No obstante, también hay quienes argumentan que ir de la ceca a la Meca, en realidad, quiere mencionar dos realidades totalmente: la material (la ceca) y la espiritual (La Meca).
Pero tampoco nos pasemos tres (o veinte) pueblos con tanto movimiento si no queremos perder el lugar que nos corresponde. Porque, como dice el refrán, quien se fue a Sevilla perdió su silla.
Traducciones en inglés de estas expresiones
- Estar en Babia: to have your head in the clouds.
- ¿Estamos aquí o en Jauja?: where do you think you are? Otras alternativas (por proximidad de significado) podrían ser: to drop a clanger (decir algo inoportuno) / to behave like a bull in a china shop (comportarse de modo inadecuado).
- Ir de la ceca a la Meca: to go to and fro, to run all over town.
- Irse por los cerros de Úbeda: to change the subject, beat around / about the bush.
- Tomar las de Villadiego: to run away, to do a runner, to make a run for it, vamoose (palabra inglesa que viene del español «vamos»).
- Valer un Potosí/un Perú: to cost the earth, to cost a fortune, to cost a bomb, to cost an arm and a leg.
- Pasarse tres pueblos: to go too far. Si se refiere a pasarse en el sentido de hacer algo inaceptable es: beyond the pale. También está la expresión: overstep the mark.