Ahora que estamos en pleno Mundial es frecuente leer y escuchar toda clase de palabras relacionadas con el fútbol. En nuestra lengua, el vocabulario del deporte rey es muy variado, sobre todo si tenemos en cuenta que no siempre se usan los mismos términos en España que en Argentina, Colombia o México, por citar algunos ejemplos. Además, en la presente edición, el español será el idioma más hablado, gracias a ocho selecciones: Argentina, Costa Rica, Colombia, España, México, Panamá, Perú y Uruguay.
¿Fútbol o futbol?
Lo primero que llama la atención es cómo nos referimos a este deporte. En España y gran parte de América se pronuncia como llana, es decir, fútbol. Sin embargo, en México y Centroamérica la pronunciación es aguda [futból]. De ahí que la palabra fútbol pueda escribirse con o sin tilde (futbol), pues depende de cómo la pronunciemos. Algo similar a lo que ocurre con video o vídeo. Desde luego, como aconseja la Academia, deben evitarse pronunciaciones como [fúlbol] o [fúrbol] por considerarse vulgares.
La cancha, el canchero…
Como es bien sabido, el fútbol se practica en un terreno de unos 100 metros de largo y 75 de ancho. Pero la forma de llamarlo puede variar sobremanera. En España es común llamarlo campo de fútbol, pero en América la forma más frecuente es la cancha. De esta palabra se forma el término canchero que, como recoge el Diccionario de la lengua española, es aquel ‘ducho y experto en determinada actividad’. No obstante, la palabra cancha no solo se aplica al fútbol. Es frecuente nombrar de esta forma a la cancha de tenis, de baloncesto o de rugby. En el español peninsular se utilizan las formas pista de tenis, pista de baloncesto y campo de rugby, respectivamente.
Hincha / hinchada y afición
También es diferente la forma de referirse a los seguidores de los equipos o selecciones. En América se emplean los términos hincha e hinchada tanto al individuo como a la multitud que apoya a un equipo. Un artículo del diario Caracol de Colombia titulaba así: «¿Cuál es el equipo con más hinchada en Colombia?» (Caracol, 26/4/2018). En España también se usan las formas hincha e hinchada, aunque se escuchan mucho más aficionado y afición (no *aficción), seguidores o ultras. Por poner un ejemplo: en Argentina se refieren a la hinchada de River o los hinchas de Boca, mientras que en España es poco frecuente leer la hinchada del Real Madrid o los hinchas del Barça. En estos últimos casos, se diría la afición del Real Madrid y los aficionados del Barça. Una solución para acertar siempre es recurrir al anglicismo fan: los fans del Betis, los fans de las Chivas, etc.
Dos sinónimos: césped y pasto
Los campos —o canchas— de fútbol profesional son de césped. O de pasto, claro. En Argentina, Colombia, México y Uruguay se usa también esta forma para llamar al césped. Se podría decir que ambas conviven. En España la palabra pasto no se usa en la jerga futbolística. En la prensa deportiva sudamericana es común leer enunciados como este: «El pasto del moderno estadio ubicado en la Isla Krestovski, inaugurado este año y que será sede de varios partidos del Mundial de Rusia 2018, tuvo que ser cambiado recientemente por completo […]» (Diario Olé, 16/6/2018).
Arco y arquero
Otros elementos del terreno de juego también se dicen de manera distinta. En América, la portería puede recibir otro nombre: el arco. Y de ahí deriva la forma arquero, más usada que en España, donde la forma mayoritaria es portero. De hecho, en el DLE la quinta acepción de la palabra arco es ‘en fútbol y otros juegos, portería’.
Pelota / balón
Y, quizá, el mayor elemento de discordia sea cómo llamar a lo más imprescindible para jugar al fútbol. No nos referimos a las botas o a la portería, pues todo niño sabe que dos piedras o dos chaquetas pueden ser una perfecta portería. Me refiero a la pelota, al balón. Y en este caso sí que no hay intercambio: yo jamás he escuchado a un comentarista español decir «cómo le pegó a la pelota», del mismo modo que es casi imposible que un locutor uruguayo diga que su selección cedió el balón al rival. Y esto, por supuesto, tiene su repercusión en muchas expresiones futbolísticas: pelota parada o balón parado, línea del balón o línea de la pelota… Por suerte, siempre podremos recurrir al sustantivo esférico, que es sinónimo de los dos términos anteriores.
Anglicismos: foul, penalty y otros.
El léxico futbolístico también alberga un buen número de palabras del inglés. Es normal, teniendo en cuenta que el fútbol nació en las islas británicas. Sin embargo, la forma en que los hispanohablantes utilizamos estos anglicismos depende mucho de las zonas. Por ejemplo, en América es más frecuente la forma penal que penalti, aunque hay que hacer un inciso para explicar esta palabra. En nuestra lengua existe la forma adaptada penalti, que deriva del inglés penalty. En función del contexto, se podría traducir como ‘pena’, ‘sanción’ o ‘castigo’. De ahí que, en muchas ocasiones, los comentaristas se refieran al penalti como la pena máxima. La forma penal, más usada en América, es un acortamiento de penalti: «Critican a Christian Cueva por fallar un penal y Lesly Águila lo defiende con efusivo mensaje» (La República, 16/6/2018).
Una palabra muy escuchada a lo largo del partido es la falta. Que si saque de falta, falta directa, falta intencionada, gol de falta, falta dentro o fuera del área… Pues bien, sobre todo en Uruguay y en Argentina es frecuente utilizar la forma inglesa foul. He aquí un ejemplo: «Marcamos siempre mirando la línea de cal, si hacemos foul lo hacemos fuera del área […]» (Diario Olé, 20/6/2018). No obstante, hay que matizar: en España se dice que un jugador marcó gol de falta, mientras que en países como Perú o Argentina, entre otros, dirán que el gol fue de tiro libre, y no de foul.
También hay otros anglicismos que se usan indistintamente en unos y otros países; por ejemplo, podemos decir que es córner o saque de esquina (o, incluso, saque de córner), de igual modo que nos referimos en ocasiones al fuera de juego como offside —y, aunque ya apenas se lea, la bonita adaptación órsay—. Aunque, en definitiva, en estas líneas nos hemos referido a un deporte al que conocemos como fútbol —porque lo hemos adaptado de la forma original football—, pero al que también podríamos llamar balompié.