¿Por qué hay palabras que solo usamos en plural?
El número es la categoría gramatical que expresa la unidad o pluralidad de las palabras. En castellano, el número se expresa de dos maneras: en singular y en plural —en otras lenguas, como el árabe, el sánscrito o el griego antiguo, existe el número dual, que hace referencia a dos elementos—.
Si bien es cierto que la mayoría de los sustantivos, pronombres, adjetivos, determinantes y verbos presentan la distinción entre singular y plural, hay un grupo de palabras que solo se solo se usan en plural, y reciben el nombre de pluralia tantum (literalmente «solo plurales»).
Por lo general, cuando se aborda el tema de aquellos sustantivos que presentan un solo número, se suelen poner dos ejemplos: gafas y tijeras. Sin embargo, en relación con el primer ejemplo, es preciso matizar que la entrada que aparece en el Diccionario de la lengua española es gafa, y en su primera acepción aparece la marca de usado también en plural con el mismo significado que en singular: «Anteojos que se sujetan a las orejas o de alguna manera por detrás de la cabeza».
Con el segundo ejemplo también ocurre algo parecido; esto se debe a que hay ciertos sustantivos que se refieren a objetos cuya forma está compuesta por dos partes simétricas. Por ejemplo, en este grupo encontramos los pares de sustantivos como pantalón/pantalones, lente/lentes o tijera/tijeras, donde las formas en plural admiten la referencia tanto a un objeto concreto como a un conjunto de ellos.
#RAEconsultas Para referirse a una sola prenda, puede usarse «un pantalón», «un par de pantalones» y «unos pantalones». Para evitar la ambigüedad que puede producir la expresión «un par de pantalones», en caso de referirse a dos prendas sería mejor emplear el cardinal «dos».
— RAE (@RAEinforma) 16 de abril de 2018
La lista de términos que se podrían incluir en este grupo es muy extensa. En el ámbito de la gastronomía es muy frecuente encontrar palabras usadas solamente en plural:
Ayer comí gachas.
He estado toda la mañana preparando estas natillas.
La especialidad de este bar son los callos y las mollejas.
En las locuciones
También son frecuentes las expresiones en las que se utilizan sustantivos únicamente en plural. Pensemos, por ejemplo, en expresiones como cuidados paliativos, artes escénicas, artes marciales, ejercicios espirituales, etc.
Otras locuciones adverbiales y preposiciones como a dos velas, a grandes rasgos, a medias, en resumidas cuentas, con pelos y señales también se asimilan a los pluralia tantum puesto que son expresiones idiomáticas que solo se utilizan en plural.
Lo mismo ocurre con un buen número de locuciones verbales que usamos a diario, como puedan ser andarse con rodeos, atar cabos, cubrirse las espaldas, dar largas, dar señales de vida, guardar las formas, hacer las paces, pasar apuros o perder los papeles, por mencionar algunos. Como se puede ver, estas expresiones no se emplean en singular, puesto que no decimos hacer la paz, dar señal de vida o dar larga.
Fórmulas de saludo
Una duda frecuente con relación a las fórmulas de saludo es por qué en español usamos el plural para dar los buenos días mientras que en otras lenguas romances se usa el singular (bon día, bonjour, buongiorno, etc.).
Aunque en el español europeo no se utilice la forma buen día, en Hispanoamérica es frecuente que convivan las formas buen día y buenos días. Incluso, como se especifica en la Nueva gramática de la lengua española (2009, p. 2507), en algunos países como Puerto Rico se distingue entre buen día (como fórmula de despedida) y buenos días (como fórmula de saludo). Algo similar, por tanto, a lo que ocurre en francés con las formas bonjour y bonne journée.
En cualquier caso, la locución dar los buenos días solo se utiliza en plural y no en singular (dar el buen día), por lo que también podría incluirse en el grupo de las locuciones que funcionan como pluralia tantum.
Entró en el aula el primer martes a las diez de la mañana, dio los buenos días con un gruñido, sin mirar a nadie, y limpió el tablero con la almohadilla […] (García Márquez, Vivir para contarla, 2002, CREA).
Sin embargo, no ocurre lo mismo con buenas tardes y buenas noches, que se usan, según la NGLE (2009, p. 174), casi exclusivamente en plural en todo el ámbito hispanohablante.
Singularia tántum
Al igual que ocurre con los pluralia tantum, existe un grupo considerable de palabras que solo utilizamos en singular. Y esto puede deberse a varios motivos: por cuestiones fonéticas —como los casos de relax o cénit— o por cuestiones de carácter semántico. Es decir, no hablamos a menudo de las saludes (plural de salud), las teces (plural de tez) o las sedes (plural de sed que, además, coincidiría con el plural de sede) aunque la formación de su plural no suponga problema alguno.
Dentro de este último grupo aparecen otros términos como caos, norte, sur, este, oeste, tino, cariz, cenit o zodíaco.
Referencias bibliográficas:
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009). Nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa.
Real Academia Española (2014). Diccionario de la lengua española. Madrid: Espasa.
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