¿Truqui para ahorrar en traducciones juradas?
Recomendaciones en los foros para ahorrar en traducciones juradas
En una serie de hilos se cuenta que es más económico mandar la traducción a «una persona que ha estudiado traducción«. Y luego enviarlo a un jurado «para que selle la traducción«. Esto roza en el absurdo y es mentira.
Ideas para economizar que no ahorran tiempo ni dinero
En primer lugar es muy probable que el traductor jurado haya estudiado traducción. Por eso no tiene sentido enviar la traducción a otra persona que haya estudiado traducción pero no sea jurado. El cliente que prefiera enviar la traducción a una persona que haya estudiado traducción y además sea jurada puede ver perfectamente la ruta de acceso al nombramiento. Esto aparece en la lista de traductores-intérpretes jurados de MAEC. En dicha lista, al lado de cada jurado se especifica si el jurado ha accedido al nombramiento. Las rutas son: como licenciado (L), por examen/convocatoria (C) o por reconocimiento de una titulación extranjera (R).
Es curioso que en un foro se diga que es preferible «mandar la jurada a un licenciado«. Porque, hasta ahora, precisamente los que accedieron al nombramiento por haber estudiado la carrera (y haber cursado una serie de créditos de traducción e interpretación jurídica, financiera y especializada para reunir los requisitos para ser nombrados intérpretes jurados) tenían mala prensa en el sector. Principalmente porque en su momento (cuando existía esa ruta) había flaquezas en los planes de estudio.
¿Y qué trucos apuntan para ahorrar en traducciones juradas en concreto?
Vamos al grano con lo que dicen los foreros de esta página:
Dicen:
«I am compiling my residence visa application and hope to get some insight regarding sworn translations of documents:
1.) I am aware that it is possible to have a spanish-speaking friend do your translating rather than going to an expensive professional. Can anyone tell me exactly what format/wording is necessary to qualify as a “sworn translation?»
Más o menos y en resumen lo que plantea, es que en vez de llevar la traducción de un certificado de antecedentes a un «expensive professional» que se lleve a un «amigo que hable español». También pregunta sobre el formato y la redacción que tiene que tener una traducción para ser considerada «traducción jurada». Sin embargo, la traducción jurada, para ser tal, lo primero que tiene que ser es una traducción realizada por un traductor jurado. Esa es la condición fundamental. Si la traducción no está firmada por un jurado, no sería traducción jurada. Sería una falsificación.
Y luego añade esta persona:
2.) My police record contains several paragraphs of legal jargón. But the main item is simply “Charges: No Arrest Record Found.” Does anyone know from experience whether is is acceptable to exclude superfluous info from your translation and just give them the main thing they’re asking for?
¿Omitir o no? Suprimir texto como idea para ahorrar en traducciones juradas
Pregunta si se pueden suprimir párrafos de «jerga jurídica» y poner solo lo esencial: que no tiene antecedentes. Esta pregunta no es tan fácil de responder, ni siquiera para un jurado. Unos te dirán que sí, que es posible suprimir «partes no esenciales» de la traducción jurada. Esto se haría especificando en el texto de la jurada o en una nota del traductor, que se trata de la jurada de tal frase o de tal página. No obstante, muchos jurados (en una consulta reciente en un foro) opinaban que no, que no se puede suprimir nada. Y esto es porque en la certificación dice que la traducción es «fiel y completa» del original. Para ellos, «completa» significa «todo el texto». De modo que es algo en lo que no existe acuerdo generalizado entre los profesionales.
Por otra parte, son muchos jurados los que opinan que es difícil decidir lo que es «información esencial». ¿Sobre qué base lo decidimos? ¿En qué nos fundamentamos? ¿En nuestra opinión subjetiva sobre lo que es importante o no es importante? Aún así, en esta consulta se plantearon casos de información que – de modo juicioso – se podía omitir o indicar con algún método que no fuera su reproducción íntegra. Pero la opinión mayoritaria de los jurados es que una traducción «fiel y completa» del original no puede omitir nada del documento.
En este caso hay dos problemas planteados. El primero, como decimos, es si los jurados consideran que lo pueden hacer o no, o quieran hacerlo. Y el segundo problema es si, aún siendo posible que alguien acceda, si la institución de destino lo va a aceptar. Por eso, es interesante consultar a la persona o entidad que va a recibir la traducción, si aceptarían o no una omisión de ciertas partes.
Lo que sorprende es que otra persona, en respuesta a la consulta de arriba, dice lo siguiente:
Second: You can engage a friend to help you, it will probably save you money, but you will still need to contact a “sworn translator” in Spain in order for your documents to be legal. I had all my documents translated by a friend who studied translation (as only a translator knows how you need to present translations of images, stamps, etc) and then I sent the translated documents and originals into an official Spanish translator. He made some corrections and gave us the official stamp we need. The charge was much less, as his work was much easier than it would be had he had to do the translation part himself.
So the answer is: YES you can get help on the translating, it will save you money. But you will still need to get them “legalized” via an official Spanish translator.
En resumen:
Según esta persona la respuesta es que sí, que merece la pena que otra persona que haya estudiado traducción te haga la traducción para luego llevarla a un jurado para que la revise y selle.
Es posible que un jurado revise y selle la traducción de otra persona. En este caso el jurado asume todas las consecuencias profesionales, jurídicas, etc. Y esto se da incluso cuando la traducción original no sea suya. Cuando el jurado firma la traducción pasa a ser su traducción a todos los efectos.
¿Es más barato hacer así la traducción?
Nosotros no vemos que este sistema vaya a ser más barato. Primero porque supone pagar a dos profesionales (uno para que traduzca y otro para que revise). También porque supone mucho más consumo de tiempo y energía. En definitiva, es marear mucho la perdiz para poco resultado.
Cosas que puede aceptar el jurado o no
Cada profesional de la traducción jurada puede aceptar o no hacer una traducción.
El jurado no tiene por qué aceptar dar ninguna rebaja porque le manden un documento ya traducido. En muchos casos, a mí me han llegado documentos ya traducidos y estaban muy mal. En estos casos, o bien he rechazado el encargo o bien he empezado de cero. Simplemente porque me lleva más tiempo revisar una traducción de otra persona (sobre todo de una que no sabe cómo se hace una traducción jurada) que hacer yo la traducción.
Rapidez, profesionalidad y buen resultado = ahorrar en traducciones juradas
Por último, los jurados que tenemos experiencia y trabajamos regularmente ya tenemos documentos de referencia, modelos, glosarios… Y tenemos ya una idea en la cabeza de cómo va a ser nuestra traducción . Si he traducido muchos certificados de un tipo, no voy a necesitar que una persona no experta me haga la traducción. Porque ya tengo la terminología bien investigada, tengo modelos de varios estados que he buscado, tengo documentación que he buscado en búsquedas, tengo los términos en un glosario y tengo la experiencia de haber traducido y la rapidez y profesionalidad de la persona que ha hecho algo a menudo y con buen resultado.
Por eso no acepto que en un foro se sugiera que para ahorrar hay que ir a un traductor “normal” y luego a otro jurado para que la selle: no te vas a ahorrar nada o el ahorro es insignificante y probablemente tengas que preguntar a 20 personas antes de conseguir que una te acepte la traducción hecha por «un amigo que habla español» porque les llevará más tiempo revisarla que hacer ellos una traducción.
Cuestiones técnicas importantes
También está adquiriendo mucha relevancia la calidad y precisión técnica de la traducción. Esto ocurre muy a menudo en traducción jurídica y financiera. La pena es que no se valoran demasiado las traducciones en las empresas y hay auténticos bodrios. A nosotros nos parece muy grave que haya gente haciendo traducciones jurídicas o financieras que tienen errores de concepto muy básicos.
Aquí no es solo un problema de que «un amigo que habla español» haga la traducción. A veces son empresas las que quieren hacer cosas parecidas. Existen casos en los que la traducción la ha realizado un traductor (pero no especializado). Luego quieren que la juren. El caso es que esta gente tienen muchas confusiones y pueden liarse con cosas de todo tipo. Entre poderes solidarios y mancomunados, entre contabilidad financiera y analítica, entre lo que es un coste y un gastos, entre acciones preferentes y derechos preferentes, etc. Son errores de todo tipo. Lo grave es que muchas veces también sin tener razón discuten o los gestores marean con preguntas cuando no saben. Pueden discutir que las cuentas anuales las formulan los auditores y tú decirles que no, que las formulan los administradores de la sociedad (aunque en realidad es probable que las redacten los auditores).
Son cosas de concepto y de matiz muchas veces. Y es muy frustrante que piensen que esta es una forma de ahorrar en traducciones juradas. Más bien, es todo lo contrario.
Conclusiones a tener en cuenta:
El mito de la revisión: revisar una traducción realizada por otro para jurarla no tiene por qué ser más barato. Frecuentemente lleva más tiempo que empezar desde cero.
El mito de que traducir lo puede hacer cualquiera: en el día a día está la prueba de que no. Es muy difícil hacerlo bien y son demasiados detalles. Además, la jurada es un tipo de traducción bien distinto a la simple. Y tiene unas convenciones, estilo, forma de reproducir el original y una normativa que el profano desconoce completamente.
La ignorancia de la función del traductor jurado: el fin de que existan traductores jurados es precisamente para objetivar información que de otro modo podría ser subjetivada. Si el propio usuario se hace sus traducciones… ¿Qué garantías hay de que su traducción sea fiel? ¿Qué valor tiene esa traducción de cara a terceras partes? ¿Es objetivo o se puede cuestionar que lo sea? ¿Sirve de prueba si lo ha hecho el propio actor – acusado, defendido, coadyuvante, etc.?
La traducción jurada es un servicio a disposición del público para proporcionar una garantía en los procesos que revista de valor, objetividad y rigor. Esto es extensivo a todos los aspectos: exactitud, información completa, corrección de los términos empleados… Porque, de otro modo, sería un despiporre del «todo vale».
La mejor forma de ahorrar en traducciones juradas es que la haga un profesional. Porque sabe lo que hace. Así se ahorra en tiempo, en dinero y en disgustos.
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Ya sabemos que la gente tiene una visión muy curiosa sobre lo que es «prioritario» económicamente y lo que no, es decir, que hay quien alegremente se gasta 60€ en cubatas en una noche de viernes y luego le duele pagarlos por una traducción jurada hecha por un profesional. Yo tenía antes un cliente que me regateaba las traducciones como si estuviéramos en el zoco, hasta que un día le di una hoja con las tarifas mínimas y le dejé claro que eso era lo que había, que o lo tomaba o lo dejaba.
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