Las direcciones en las traducciones juradas
Las direcciones en las traducciones juradas
Recientemente una cliente planteaba la siguiente objeción a los cobros por traducciones juradas y concretamente sobre las direcciones en las traducciones juradas:
“Estimado Sr. Hunter:
He escrito a varias agencias y mandan precios por palabras que incluyen las direcciones que figuran en el documento. ¿Es esto justo?”
Respuesta
Nosotros siempre incluimos las direcciones en nuestras traducciones ya que debe ser una copia fiel y completa del original, incluso aunque vengan caracteres no estándar en español.
¿Cómo se insertan estos caracteres?
El que quiera hacerlo puede conseguirlo insertando desde insertar > símbolo en Word. Así se insertan los caracteres del latín extendido y de Windings. Es sencillo insertarlos desde Word y, en el caso de perder la paciencia, siempre está el recurso de recurrir a la web o a Wikipedia y copiar y pegar la letra de que se trate. Es otra opción para añadir a la lista de trucos. Un ejemplo está en este artículo sobre los caracteres polacos: Polish alphabet – Wikipedia
¿Todos los traductores ponen las direcciones en las traducciones juradas?
No, en ocasiones figura solo una reseña de que [Aparece una dirección]. Es libre la decisión de incluir o no las direcciones, pero recomendamos incluirlas.
Desventajas de incluir las direcciones
Entre las desventajas de incluir las direcciones destacamos que pueden existir más errores y, por tanto, mayor riesgo de una reclamación de cliente. Es necesario ser muy preciso y revisar exhaustivamente (preferentemente por otra persona) las direcciones que aparecen en el documento.
Lo mismo ocurre con números de referencia o de serie.
Mi opinión
Mi opinión es que es positivo incluir las direcciones porque ayuda al receptor a situar mejor los elementos en el texto y no ponerlas genera más dificultades de lectura. Además, podrían pensar que el texto no se corresponde con el original, con la consiguiente desconfianza.
Imposiciones
No es justo que el cliente imponga si se deben poner las direcciones o no y es una intromisión en nuestro trabajo. Como he dicho, cada traductor es libre de decidir si pone o no las direcciones (en todo caso tendrá que reseñarlas, aunque no las ponga).
Cobrar por palabras origen o destino
También es libre de decidir la forma de cobro y si se cobra por palabras del original, es lógico que el recuento incluya todas las palabras del original. Otra cosa distinta sería cobrar por palabras destino, en cuyo caso solo se cobrarían las palabras que figuren en el texto de salida. No obstante, esta es una práctica poco común porque significaría que el cliente no sabe lo que va a pagar hasta que se finalice la traducción.
En el caso de cobrar por palabras origen la garantía es tener un precio cerrado antes de que se inicie el trabajo, cosa que la mayoría de los clientes prefieren a menos que tengan una especial relación de confianza con el traductor.
¿Puede imponer no poner direcciones una agencia?
Tampoco una agencia puede imponer por ejemplo no poner encabezados en las traducciones o las direcciones. El no hacerlo crea un problema adicional y es que habría que tachar la parte no traducida en la copia de la traducción que se imprima y muchas tachaduras no quedan bien. Si la agencia es torpe, ni siquiera será consciente de que hay que tachar lo que no se traduzca del original.
Posibles errores
Hay que destacar que en PDF, por ejemplo, lo que se haya marcado en amarillo con subrayado no necesariamente sale en la impresión. En un reciente caso nos dimos cuenta a última hora de que no salían las partes tachadas por el cliente y lo tuvimos que hacer manualmente sobre la copia en papel.
Presiones
Sí que son frecuentes las presiones y muchos jurados ceden porque la manera de gestionar los proyectos puede dar lugar a presiones, incluso muy agresivas, de las personas que gestionan. Pueden decir, por ejemplo, que es para no cobrarle al cliente estas direcciones, pero por el mail de arriba, de una chica que había consultado con múltiples agencias, vemos que es poco probable que sea verdad. Las agencias cobran todas las palabras del original y sería raro que no las cobrasen. Otra cosa es que se le haya metido en la cabeza a la gestora de turno que es más fácil o común hacerlo así o que implica menos revisión y, por tanto, lo prefieren.
¿Cuánto se iban a ahorrar?
Reflexión aparte es que el ahorro que se iba a conseguir es de céntimos ya que el grueso de la traducción no está en las direcciones. Puede ser que fuera de céntimos o como mucho de un euro el ahorro a costa de desfigurar las traducciones resultantes y de ofrecer un resultado peor.
Parece un intento a la desesperada de no pagar el precio de la traducción y de presionar los precios a la baja porque omitir la dirección sería lo que se viene llamando “el chocolate del loro” en lo que es una traducción jurada de un documento más o menos largo como el que proponía esta cliente.
También se enmarca en una tendencia de presión de precios a la baja que es triste para cualquier traductor jurado.
Conclusión
La conclusión es que es preferible incluir siempre todo el texto de la traducción y, en caso de no incluirlo, tener un extremo cuidado para que en el original se marque lo no traducido. Las desventajas son que el cliente se haga un lío y, por lo poco que se ahorre, acabe en un resultado peor y confuso para el destinatario, resultado que no es deseable.
Lecturas adicionales:
Manual de traducción jurada (5.5). Convenciones comunes: ¿se traduce o no se traduce? | Leon Hunter
- Omisiones en las traducciones juradas – 03/12/2023
- Las direcciones en las traducciones juradas – 01/12/2023
- La traducción de términos del mercado monetario – 29/01/2021