Ileísmo, o el arte de pensar fuera de sí
Cuantas veces nos han recomendado no tomar decisiones cuando estamos en un estado iracundo, emocionado o triste. A veces, nuestras emociones engañan nuestra percepción de la realidad, exagerando o disminuyendo la gravedad de los eventos. Por ejemplo, quien comete un error, por miedo a ser reñido o a que otros se enojen, percibe el error como mucho menor de lo que en realidad es, mientras que si ese mismo error lo hubiera cometido alguien más le daría una mayor gravedad.
Nuestros sentimientos son uno de los elementos que nos diferencian del resto de seres vivos, puesto que si bien los animales son capaces de sentir emociones, estas no están tan vinculadas a su pensamiento, y por ello no tienen la misma profundidad que tienen las de los humanos. Sin embargo, debemos aprender a interpretarlos y actuar acorde con la racionalidad para no ser gobernados por ellos.
Ileísmo
El ileísmo consiste en la práctica de escribir, hablar o pensar en tercera persona. Es decir, en vez de pensar: “Tengo que ir al trabajo”, pensar “Maris tiene que ir al trabajo”.
La ventaja que tiene esta técnica es que nos permite desasociarnos de nuestra emocionalidad, para ver los hechos de modo objetivo, como si estuviéramos reflexionando sobre alguien más.
De acuerdo con El Confidencial (2023), investigadores de la Universidad Canadiense Waterloo realizaron un experimento para comprobar si el ileísmo tenía consecuencias prácticas en la vida de las personas que lo aplican. Les propusieron escribir a dos grupos que escribieran en un diario durante un mes, un grupo tenía que escribir en primera persona y el otro grupo en tercera persona. Pasado el mes, concluyeron lo siguiente:
“Al cambiar a tercera persona, “nuestras descripciones de la situación comenzarán a sonar como si estuviéramos hablando de otra persona, en lugar de hablar de nosotros mismos”, analizaron. De esta manera, conseguimos sentir desapego y esto nos permite “ver el panorama general, en lugar de quedar atrapados en nuestros propios sentimientos”.
Esto demostró que “las personas que empleaban el ileísmo para hablar sobre sus problemas, mostraban una mayor humildad intelectual, capacidad para reconocer las perspectivas de los demás y disposición para llegar a un compromiso, lo que aumentaba sus puntajes generales de razonamiento sabio”, explican los expertos. Es más, el uso regular del ileísmo puede cambiar nuestra forma de pensar a largo plazo, con los beneficios que eso conlleva.”
Te invitamos a intentarlo
Si esta técnica les funcionó a grandes personajes históricos como lo fue Julio César, seguro que también puede sernos de ayuda a los demás.
Por eso, te invitamos a practicar esta curiosa técnica igual que los investigadores de Waterloo: escribe durante un mes un diario en tercera persona. Más que solo escribirlo, a que verdaderamente reflexiones sobre ti mismo en tercera persona, tanto en las situaciones cotidianas como en las complejidades que vayan apareciendo. Una vez ha pasado el mes, intenta reflexionar sobre si ha cambiado el modo en el que miras el mundo en algún sentido, y si ha cambiado tu modo de actuar.
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Bibliografía:
- del Pilar, “El ileísmo, la técnica que usaba Julio César y que te ayudará a pensar con inteligencia”, El Confidencial, 19 de abril de 2023, recuperado de: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2023-04-19/ileismo-pensar-en-tercera-persona-tecnica_3612984/
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