La taquigrafía: breve historia y sus tipos
TAQUIGRAFÍA: breve historia y sus tipos
La escritura taquigráfica –también llamada estenografía– engloba todo aquel sistema de escritura que haga uso de símbolos (tales como trazos, abreviaturas o caracteres especiales) con el objetivo de transcribir un discurso a la misma velocidad que se habla. El principio fundamental de la taquigrafía reside en prescindir de todos los elementos superfluos de la escritura usual para crear una escritura concisa y rápida. La estenografía no debe confundirse con la escritura rápida o abreviada. Aunque ambos sistemas se usan en contextos similares tales como anotaciones administrativas, apuntes universitarios o registros judiciales, difieren en su tipología. Por un lado, la escritura abreviada es un sistema más sencillo que hace uso de abreviaturas basadas en el alfabeto y la fonética ya existentes para representar una palabra o varias; la estenotipia es un tipo de método de escritura rápida. En contraste, la taquigrafía se sirve de un sistema variado de símbolos, trazos o caracteres especiales para representar distintos niveles del lenguaje: desde fonemas hasta frases o expresiones enteras.
ORÍGENES
Existen diversas atribuciones al origen de la taquigrafía en la antigüedad. Algunos afirman que se practicaba desde los fenicios, otros apuntan la analogía de la asimilación de la escritura silábica de la cultura minoica en diversos pueblos. A pesar de la multitud de perspectivas, la verdadera novedad que marca el principio del arte taquigráfico se encuentra en las notas tironianas, llamadas así por su atribución al esclavo liberado y amigo de Cicerón, Marco Tulio Tirón. Estas notas estaban compuestas de diversos signos –algunos derivados de otros– que representaban palabras. A pesar de que muchos de ellos eran arbitrarios, con el tiempo este sistema de escritura fue perfeccionándose hasta formar parte de la cultura y cimentar el principio de rapidez y sencillez que caracteriza la taquigrafía. El sistema fue comúnmente usado en la educación, los negocios y las notas tironianas llegaron a usarse en la cancillería papal. Aquellas personas versadas en el arte de la taquigrafía recibían el nombre de “cursoras”. Es bien conocido el uso de la taquigrafía de la mano del historiador Jenofonte para transcribir la vida de Sócrates, pero otros personajes conocidos también utilizaron este sistema como San Basilio, San Agustín y San Ambrosio para la transcripción de sus Concilios.
DECLIVE Y RENACIMIENTO
La taquigrafía ha sido de gran importancia en un abanico de campos a lo largo de la historia para reconstruir, registrar y recuperar discursos, declaraciones, documentos, etc. Sin embargo, a pesar de su importancia a nivel cultural, la taquigrafía empezó a abandonarse en el siglo X para acabar casi desapareciendo a mediados del siglo XIII, fecha en la que se encontraron los últimos pergaminos taquigrafiados. Hemos de suponer que este fenómeno se debió a la falta de una normativa que formalizara el sistema, aunque existe constancia de la publicación del primer Tratado de Taquigrafía Moderna en 1412, pero no se ha encontrado rastro de él.
ARTE SECRETO
Las notas tironianas fueron rescatadas por Timothy Bright en 1588, quien publicaría Arte secreto de escribir rápido y brevemente. Con la aparición del sistema parlamentario en Inglaterra, resurgió la necesidad de transcribir y anotar las declaraciones, por lo que el uso de la taquigrafía volvió a ver la luz en el siglo XVI. Más tarde en 1602 Juan Wills publicaría en Londres el primer sistema de taquigrafía bajo el título The art of stenography, or short writing, by spelling charactery. A lo largo del siglo XVIII el gobierno de Inglaterra promovió las publicaciones de tratados de estenografía, por lo que esta fue la antesala para la extensión de la taquigrafía en Europa al igual que su desarrollo y consolidación.
LOS DISTINTOS SISTEMAS
Con la creciente publicación de estos nuevos tratados, la taquigrafía experimentó una innovación importante: además del uso de un caracter especial que represente una palabra, se introdujo la representación fonética por medio de trazos geométricos. Este nuevo giro derivó en la creación distintos sistemas taquigráficos de la mano de varios autores a medida que el arte estenográfico se perfeccionaba y divulgaba. Existen al rededor de ocho sistemas, pero actualmente los más extendidos son la taquigrafía Pitman y la taquigrafía Gregg dado que los sistemas con base fonética, aunque son más complicados de aprender, también demuestran ser más rápidos y eficaces a la hora de transcribir el discurso hablado.
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