Las diez palabras más bellas del español
Las diez palabras más bellas del español
El español es una de las lenguas más habladas de todo el mundo, de hecho, según un estudio del Washington Post, el español es el cuarto idioma más hablado del mundo. Por detrás del hindi, chino e inglés, respectivamente.
El español es, a su vez, uno de los idiomas con mayor diversidad, conjunciones y tiempos gramaticales. Y aunque para el empirista David Hume, la belleza de las cosas radica en el espíritu de quien las contempla; me atrevo a afirmar que, el español es, fonéticamente, uno de los idiomas más armoniosos y hermosos para el oído humano.
En este artículo, vengo a hacer justicia a esta última afirmación. Les presento diez hermosas palabras de este bello idioma que compartimos, el español. Y que, por desgracia, su uso no está tan presente en el habla cotidiana.
1.- Efímero/a.
La primera palabra es una que, quizás está más presente que el resto de las palabras en el habla cotidiana. Pero, del mismo modo, no les tiene nada que envidiar en cuanto a su belleza.
Según la RAE (Real Academia Española), definimos efímero como: pasajero, de corta duración. El origen etimológico de esta palabra surge del griego ephḗmeros. Que se puede traducir directamente como “de un día”.
Ejemplo de su uso: “Aquel beso se sintió cálido, pero también fue efímero.”
2.- Inefable.
La belleza de esta palabra radica sobre todo en su propia definición más que en su morfología. Y es que, aquello que escapa a la razón, siempre nos deja un buen gusto en el cuerpo.
La RAE lo define como: aquello que no se puede explicar con palabras. Esta palabra proviene del latín ineffabĭlis. Que se traduciría directamente como “indecible”.
Ejemplo de su uso: “Su mirada poseía una verdad inefable”.
3.- Serendipia.
Una palabra desconocida para una gran parte de los hablantes, pues su uso se ha visto muy reducido las últimas décadas.
La RAE la define como: hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. El origen de esta palabra proviene del inglés serendipity.
Ejemplo de su uso: “él apareció en mi vida cual serendipia”.
4.- Melifluo/a.
Esta palabra posee una definición cálida, bonita y que a la gran mayoría de nosotros nos encantaría escuchar. Pero, por desgracia, su uso es más peyorativo.
La RAE lo define como: Dulce, suave, delicado y tierno en el trato o en la manera de hablar. Esta palabra proviene del latín mellifluus.
Un ejemplo de su uso: “Óscar me habla con una actitud meliflua. Probablemente quiera camelarme.”
5.- Ataraxia.
Todos hemos tenido alguna vez ese amigo sereno y tranquilo, que, aunque las cosas estén yendo horrible, mantiene la compostura y la templanza.
La RAE la define como: imperturbabilidad, serenidad. Esta palabra proviene del griego ἀταραξία.
Ejemplo de su uso: “Juan es una persona con un don para la ataraxia”.
6.- Arrebol.
¿Te has parado alguna vez a observar el cielo y has apreciado unos tonos rojizos y rosas en las nubes? O cuando observamos como la luz del sol incidiendo en el rostro de un amigo. De eso se trata arrebol.
La RAE lo define como: color rojo, especialmente de las nubes iluminadas por los rayos del sol o el del rostro. Se desconoce el origen de esta palabra, se cree que procede de “rubor”.
Ejemplo de su uso: “Su mirada era preciosa, pues de ella emanaba un arrebol.”
7.- Flébil.
No todas las palabras iban a tener una definición alegre, pues es importante recalcar, que todo lo dulce no sería tan dulce, sin lo amargo. Por ello, les presento “flébil”.
La RAE lo define como: Digno de ser llorado. Lamentable, triste, lacrimoso. Esta palabra proviene del latín flebĭlis.
Ejemplo de su uso: “Cuando vio cómo se alejaba, no pudo evitar sentirse flébil, pues él verdaderamente la amaba”.
8.- Iridiscencia.
Esta palabra es bastante compleja de comprender, más que nada, porque es demasiado abstracta.
La RAE lo define como: reflejo de colores distintos, generalmente como los del arco iris. Esta palabra proviene del inglés iridescence.
Ejemplo de su uso: “La luz incidía, de una forma meramente iridiscente”.
9.- Nefelibata.
Todos tenemos ese amigo que disocia, que abandona lo real y se sumerge en sus pensamientos. También tenemos ese amigo que, del mismo modo, abandona la realidad, pero con la diferencia de que se sumerge en sus sueños y metas.
La RAE lo define como: Dicho de una persona: soñadora, que no se apercibe de la realidad. La palabra debe su origen a una Formación culta del gr. νεφέλη nephélē ‘nube’ y -βάτης -bátēs ‘que anda’, y este der. de βαίνειν baínein ‘andar ‘.
Ejemplo de su uso: “Por más que se lo explicábamos, para él, ese sueño era factible, a finde cuentas, era una persona nefelibata.”
10.- Origami.
El español también recoge palabras de otros bellos idiomas, por muy lejanos que estos sean, y este es uno de esos casos. También posee un sinónimo propio del castellano (papiroflexia).
La RAE lo define como: el arte de dar a un trozo de papel, doblándolo convenientemente, la forma de determinadas figuras.
Ejemplo de su uso: “Ella me regaló un pato hecho con origami”.
Es menester de todos nosotros, los hablantes del español, mantener y protegerme nuestro idioma. Enriqueciéndolo y presentando todas esas bellas palabras, como las diez de este artículo, para que no se pierdan o no entren en desuso. Es un trabajo muy laborioso y poco tentador, pero cuantas más palabras conozcas, mejor será tu comunicación
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