Marketing y traducción, una pareja muy actual. Entrevista a Laura Reyes
En los últimos años, los ámbitos del marketing y la traducción han experimentado un gran interés por parte de los profesionales y consumidores, debido a la llegada de la televisión bajo demanda, las redes sociales y, en general, la fuerza con la que ha irrumpido el ámbito digital en nuestras vidas.
En este contexto, las personas con formación en lenguas y en marketing y comunicación tenemos mucho que ofrecer, pues combinamos el conocimiento comercial, es decir, qué herramientas y técnicas son las mejores para vender en el entorno digital, con un excelente conocimiento de nuestra lengua materna y de otras.
En el artículo de hoy, tengo el privilegio de entrevistar a Laura Reyes, quien ha sabido extraer lo mejor de estas dos disciplinas y quien, en la actualidad, es una emprendedora exitosa y feliz con el camino que ha elegido. Canaria de nacimiento y malagueña de adopción, en la actualidad vive y trabaja en Marbella. Es graduada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y tiene un Máster en Subtitulación y Doblaje en ISTRAD.
¿En qué centras tus esfuerzos actualmente?
En la actualidad me dedico 100 % al marketing digital. Como freelance, llevo principalmente redes sociales, campañas de e-mail marketing, social media ads, blogging para empresas y SEO.
Además, dedico siempre un porcentaje importante de mi tiempo a la formación y a la actualización, ya que este sector está siempre en constante evolución y es imprescindible estar al día. Si ayer había dos pestañas en Mailchimp, mañana habrá cuatro, y si antes de ayer había un plug-in para WordPress que era lo mejorcito para SEO, mañana crearán otro mejor. No puedes confiarte.
¿Qué te ha llevado a dedicarte al marketing digital procediendo del ámbito lingüístico?
La verdad es que, en mi caso, ha sido un proceso natural, nada premeditado. Si bien es cierto que estudié Traducción e Interpretación de inglés y alemán, desde el principio he estado más vinculada al sector empresarial que a la traducción en sí.
A lo largo de mi trayectoria profesional he trabajado para PYMES y también para grandes multinacionales y toda esa experiencia me ha ido abriendo el camino y aclarado las ideas sobre a qué me quiero dedicar, qué me gusta, qué se me da mejor y también, por supuesto, a dónde no quiero volver.
En el marketing digital disfruto mucho desarrollando mi creatividad y además me parece un trabajo muy dinámico, donde cada día es diferente. No puedes dormirte en los laureles porque hay que estar siempre al día. Y ¡eso me motiva! Por otro lado, trabajar por mi cuenta me ha aportado la flexibilidad que necesitaba para poder pasar tiempo con mi familia. Y, a diferencia de la traducción, donde a veces te entra un proyecto para subtitular que tienes que entregar en dos semanas y necesitas trabajar día y noche durante ese tiempo para cumplir con los plazos, en este sector los proyectos no son tan urgentes y suelen tratarse de trabajos a largo plazo, con lo que puedo compatibilizar mucho mejor el trabajo y la familia. Ese factor es mi caso ha sido decisivo.
¿Lo combinas con la traducción o es algo que haces de forma esporádica?
No. Aunque estoy especializada en subtitulación y doblaje de inglés y alemán, a día de hoy puedo decir que dedico el 100 % de mi tiempo al marketing digital. Sin embargo, marketing digital y traducción, lingüística y comunicación son áreas que van de la mano. De modo que muchas veces traduzco páginas web, redacto contenidos para blogs en distintos idiomas o corrijo textos que van a salir en publicidad, con lo que aplico a partes iguales mis conocimientos lingüísticos y de marketing.
A fin de cuentas, la posibilidad de combinar mis dos pasiones me resulta fascinante y enriquecedor.
¿Cuáles son los principales retos con los que te has encontrado cuando decidiste emprender?
Los retos a los que se enfrenta un emprendedor son siempre los mismos, con la diferencia de que no todos tenemos la misma situación económica y familiar.
En mi caso concreto y particular, emprender supuso dejar atrás la estabilidad de un empleo con un horario y salario específicos e ir en busca de algo mejor, más flexible y más motivador.
No resulta nunca fácil perder tu zona de confort, más cuando nos han enseñado que hay que aspirar a tener algo fijo, sea lo que sea, te guste o no te guste e intentar retenerlo para siempre. No obstante, la experiencia me ha enseñado que, si vamos a tener que trabajar toda la vida, es muy duro desempeñar un puesto que no te gusta o sentir que tu trabajo no tendrá ninguna progresión en los próximos 30 años.
De modo que el mayor reto fue visualizarme haciendo lo que me gustaba e ir a por ello. Creo que siempre te vas a arrepentir de no haber intentado hacer aquello que te apasiona, sea lo que sea.
¿A qué desafíos crees que se enfrenta el sector de la traducción en la actualidad?
Desde mi humilde punto de vista, creo que el mayor reto es conseguir que se valore suficientemente el trabajo de un traductor profesional, para que así las máquinas no puedan nunca sustituir una labor tan compleja como es la traducción.
Por otro lado, creo que los planes de estudio en el Grado de Traducción están totalmente desactualizados y desvinculados del mundo real que se va a encontrar el traductor al terminar. Es un aspecto que habría que cambiar con urgencia. Considero que áreas como la fiscalidad, la administración de empresas, la gestión de recursos humanos e incluso el desarrollo personal o la gestión del estrés deberían reflejarse de alguna manera en casi todos los estudios.
Recordemos que estamos en un mundo globalizado, donde puede que estudies en Berlín, hagas prácticas en Tokio y acabes montando una empresa en Bali. Necesitamos más formación para poder llegar tan lejos como queramos.
¿Y el del marketing?
El marketing digital tiene numerosos vértices y, en mi opinión, hay dos desafíos importantes:
- Crear herramientas versátiles, integradoras y potentes que incluyan todas las labores del marketing en una, para facilitar el trabajo de los profesionales desde una única plataforma. Desde donde se pueda programar, analizar, monitorizar y gestionar multitud de plataformas (webs, redes, blogs, e-commerce, publicidad, traducción, etc.). Actualmente nos vemos obligados a tener 200 aplicaciones y 500 programas para poder abarcar todo. Y eso dificulta la tarea y repercute en la productividad.
- Conseguir humanizar el mundo del marketing. Con ello quiero decir dejar de pensar como máquinas y ver al cliente como una persona. Empatizar con él y evitar el tan temido bombardeo de campañas que recibimos de algunas empresas. Es difícil establecer el límite, pero creo que debemos convertir el marketing en un amigo del cliente y no es un enemigo. En otras palabras: «haz tantas campañas de marketing como te gustaría recibir a ti como cliente.»
¿Qué valor añadido puede aportar un traductor al ámbito del marketing digital?
Muchísimo. Hay gran cantidad de profesionales del sector de la traducción que, por un motivo u otro, han pasado al sector del marketing digital.
En mi opinión, una vez que un traductor se ha formado en este ámbito e, incluso, ha profundizado en alguna de sus áreas (SEM, copywriting, SEO, diseño web, etc.), ya sea con experiencia laboral como con un curso de especialización, su labor puede resultar muy destacable tanto para una empresa como trabajando como autónomo.
Hay que tener en cuenta que los traductores profesionales tenemos un conocimiento muy profundo de la lengua castellana, de la comunicación en sí, además del dominio de dos lenguas extranjeras. Si unes todo esto con cualquier campo del saber, el resultado será realmente excepcional. Pero en marketing, además, creo que cobra valor especial saber escribir, redactar, expresar, convencer, empatizar, generar emociones, …
Un traductor formado en marketing digital se sentirá valorado, polivalente, útil y, sobre todo, motivado, si le gusta superarse y no estancarse.
¿Qué les dirías a los estudiantes de Traducción e Interpretación que se estén planteando tomar este camino?
Lo cierto es que llevo 15 años en el mundo laboral y me he encontrado a muchos traductores por el camino. Todos y cada uno de nosotros podemos tener dificultades familiares, económicas o de salud, pero las limitaciones al final están en uno mismo.
Un traductor que esté acabando sus estudios no tiene porqué pensar que va a pasar el resto de tu vida sentado en un ordenador traduciendo porque no le queda otra opción (sin menospreciar al que quiera hacerlo). Hay mucha vida más allá. Ya sea vinculándose al marketing digital como a otros sectores. Creo que merece la pena seguir creciendo.
Y si una persona siente motivación por la publicidad, la comunicación o el marketing, ¡a por ello! Desde mi punto de vista, un traductor tiene mucho futuro en el marketing digital, siempre y cuando se forme, tenga paciencia, sea constante, humilde y se dé tiempo para evolucionar. A mi parecer, un traductor puede llegar tan lejos como quiera. Solo depende de su ambición, ganas de aprender y de superarse.
Para conocer más a Laura, se puede visitar su web y blog, donde habla de marketing digital, idiomas y social media: www.laureyes.com
Además, como ella misma nos cuenta, es una apasionada de las redes, así que puedes seguirla en sus distintos perfiles:
Instagram: LauReyesGlez
Twitter: @LauReyesGlez
LinkedIn: laurareyesgonzalez
Un artículo muy interesante que me sirve para recabar información sobre la relación existente, aunque muchas veces no tan evidente, entre el mundo de la traducción y el marketing.