Una vida multicolor y multilingüe
Sin embargo, no es esta la primer vez que Jimena cambia de país. En esta entrevista, nos contó un poco acerca de las increíbles experiencias que ha vivido con su familia y cómo estas han transformado su modo de ver el mundo.
1. ¿De dónde es tu familia y de dónde te consideras?
Yo nací en Madrid y me considero española. Mi padre es de Málaga, España y mi madre es americana-filipina. Aunque si le preguntas, dirá que es de Madrid.
Su padre, es decir, mi abuelo materno, era un marine de los Estados Unidos que enviaron a España, y mi abuela era una filipina que había emigrado de su país y se asentó en España. Se conocieron y han vivido en España, Hawaii y Estados Unidos. Mi madre por ejemplo, nació en California.
2. Viniendo de padres con dos culturas tan distintas, ¿Acorde a cuál nacionalidad te han criado a ti y a tus hermanos?
Aunque nos consideramos todos españoles, también hemos tenido muy presente la cultura americana. En mi casa hablamos mucho en inglés, la televisión la veíamos en inglés e incluso muchos festivos americanos los celebramos, como Thanksgiving y Fourth of July.
Otro ejemplo de esto es que celebramos Reyes como los españoles, pero la navidad la celebramos de modo americano. Aunque se celebra al Niño Jesús, también al papá Noel. Hemos vivido siempre una mezcla muy bonita entre la cultura americana y española.
3. ¿Puedes contar un poco acerca de dónde has vivido y por qué te has cambiado de país varias veces?
Nos hemos movido mucho por el mundo gracias al trabajo de mi padre.
Yo nací en Madrid, y cuando tenía aproximadamente 5 años nos fuimos a vivir a Miami, allí estuvimos 4 años. Luego, cuando yo tenía ocho años, nos devolvimos a Madrid y allí estuvimos otros tres años.
Después de eso estuvimos siete años en Polonia, pero vivimos en dos ciudades distintas: en Wrocław y en Varsovia. Allí nació mi hermano menor, a quien mis padres decidieron llamar Stanisław -o Estanislao en español- por haber nacido en Polonia.
Después de Polonia nos fuimos a Hong-Kong, donde acabé el bachillerato. Cuando llegó la hora de escoger universidad, decidí venir a España, pero esta vez a Navarra. Mi familia se quedó en Hong-Kong por un tiempo después de esto.
Finalmente, mi familia se fue a Doha, Qatar y allí viven actualmente. Es el único país en el que ha vivido mi familia, en el que yo no he vivido más que en verano. Mis hermano mayor y la hermana que me sigue están también en España realizando sus estudios universitarios.
4. ¿Cómo has hecho con los idiomas? ¿Has intentado aprenderlos todos o te has manejado solo con inglés? ¿Y tus familiares?
Pues yo he tenido la suerte de que ya desde casa, hablábamos en español y en inglés, por lo que soy nativa en ambos. Por ello, en cuanto idioma no tuvimos mayor dificultad ni en Estados Unidos, ni en España.
En Polonia, aunque estuvimos muchos años, tomamos la decisión de ir a un colegio americano para hacer más sencilla la transición. A pesar de eso, aprendí mucho polaco y al momento de irnos, contaba con un B2. Sin embargo, como es un idioma que no he vuelto a utilizar desde entonces, aunque recuerdo bastante, es cierto que he perdido muchísimo y no lo manejo como lo hacía antes.
Cuando tenía unos trece años empecé a aprender francés porque me gustan mucho los idiomas, y cuando nos mudamos a Hong-Kong decidí ingresar a un liceo francés, lo cual me fortaleció los conocimientos de francés y ahora tengo un C1. Pero el cantonés y el mandarín, no lo aprendí nunca, porque estuve solamente dos años en Hong-Kong. Mis hermanos en cambio sí que aprendieron un poco.
5. ¿Cuál país te ha parecido más cómodo para extranjeros en cuanto a facilidad de adaptación?
El más amigable yo diría que Hong-Kong, porque a pesar de las diferencias culturales con respecto a las occidentales, hay una comunidad internacional muy grande. Hay muchos expatriados que generan trabajo y mueven la economía local, por lo que los nacionales al ser conscientes de ello tratan a los extranjeros con mucho respeto y te puedes comunicar perfectamente en inglés. Además, la gente de allí es muy simpática y abierta, por lo que eso, sumado a la seguridad tan buena del país, hizo el proceso de adaptación verdaderamente sencillo para mí y para mi familia.
Polonia por otro lado nos costó un poco más. La llegada fue muy brusca, ya que no experimentamos un ambiente de acogida hacia los extranjeros. Evidentemente, esto es una generalización. Conocimos a polacos muy amables y bondadosos, pero entre el idioma, la cultura y la distancia social que tienen, viniendo nosotros de España y de Estados Unidos, nos costó más.
Lo curioso es que entre la cultura española y la polaca, hay más similitudes que entre la española y la de Hong-Kong. Pero aún así nos sentimos más cómodos en Hong-Kong que en Polonia, quizá porque el primero tiene mucha mayor migración y por ello está mejor adaptado para la gente de fuera.
6. ¿Qué piensas que te ha aportado este background multicultural?
Principalmente, me ha desarrollado dos habilidades: el tener una mente abierta sin perder tus valores y la facilidad de adaptación. En casa somos seis hermanos y nos encanta estar todos juntos, pero las experiencias como las que he tenido hacen que te des cuenta de que el mundo no es lo que te han enseñado tus padres y lo que has vivido.
Hay gente muy diferente con valores igual de diferentes, y yo agradezco mucho el poder interactuar con ellos perfectamente. Esto te ayuda a estar seguro de tus convicciones personales y te enseña a defenderlas ante un mundo que no tiene por qué opinar o actuar igual que tú.
También, me ha enseñado a valorar mi país. Después de estar fuera tanto tiempo, finalmente estoy de vuelta en España y me encanta. ¡Soy muy feliz aquí!
7. ¿Hay algo que no te haya gustado?
El tema de las amistades… No puedes formar amistades a largo plazo, y si formas amistades buenas, sabes que en unos años seguramente las dejaras atrás. Es cierto que puedes mantenerte en contacto con ellos, pero como todas estas migraciones las he vivido de pequeña, no es tan sencillo mantener una amistad a distancia con amistades de infancia. Cada quien crece y tú pierdes los contactos. Es cansado, porque llegas, intentas adaptarte, haces amigos y una vez te sientes cómoda, ya te vas. Pero es el precio a pagar por experiencias tan bonitas.
8. Actualmente, ¿Cuántos idiomas sabes? ¿Tienes planes de aprender más?
Hablo inglés, español, polaco y francés, pero me encantaría aprender más. Creo que los idiomas se me dan muy bien desde que soy pequeña, y me encantaría aprender italiano, por su cercanía al mundo de la moda. También, me gustaría aprender cantonés o mandarín.
Retomando un poco la pregunta de los aportes que ha tenido esta experiencia en mi vida, tengo que rescatar lo de los idiomas. Al volver a España, me dio mucha pena darme cuenta la poca importancia que se le da a conocer otros idiomas. Ni siquiera el inglés se toma muy en serio. Creo que a lo mejor lo que sucede es que las personas no se dan cuenta de lo globalizado que está el mundo fuera de España, y que si en algún momento tienes una oportunidad laboral fuera de España, no puedes presentarte con un solo idioma, porque no todos van a hablarlo.
9. ¿En un futuro te gustaría seguir viviendo en distintos países o prefieres quedarte en España?
Aprecio y admiro muchísimo todo lo que han hecho mis padres por mí y por mis hermanos. Cuando pienso en mis recuerdos de infancia, solo recuerdo lo bien que nos la pasamos. Sin embargo, no creo seguir el mismo camino cuando sea el momento de formar mi propia familia.
No porque no esté de acuerdo, sino porque esa es una experiencia que yo ya viví, y siento que lo que sigue en mi vida es asentarme en un sitio. Lo que sí me gustaría, es irme a otro país a realizar algún tipo de máster o estudio de posgrado, incluso trabajar algunos años fuera, pero finalmente, lo que me gustaría es quedarme en un país. Probablemente España.
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